Implante hormonal, un método anticonceptivo bajo la piel

El implante hormonal anticonceptivo  es una pequeña varilla flexible, blanda, de plástico, que mide 4 centímetros de longitud y 2 milímetros de diámetro.

Contiene 68 miligramos del principio activo etonogestrel -una hormona femenina de síntesis que se parece a la progesterona- y una pequeña cantidad de sulfato de bario que lo hace visible en las radiografías.

Como cualquier otro método anticonceptivo hormonal, no protege de las enfermedades de transmisión sexual, solo de los embarazos no deseados a través de la liberación del óvulo en los ovarios y cambios en el moco cervical que dificulta la entrada del semen en el útero.

Su duración es de tres años, aunque en ciertas pacientes, como por ejemplo mujeres con obesidad, su reemplazo puede precisarse antes. La implantación debe ser realizada por un profesional sanitario, al igual que su extracción.

Antes de nada, el profesional anestesia la zona correspondiente para evitar molestias durante la inserción. Sin embargo, en las horas posteriores a la inserción se pueden notar molestias leves similares a las que tenemos cuando nos hacemos una pequeña herida.

EFE