Un equipo de investigadores ha identificado múltiples genes en los labradores retrievers británicos que están asociados a la obesidad canina y que también se relacionan con la obesidad en los humanos.
El gen canino DENND1B es el que está más fuertemente asociado con la obesidad en los labradores, y también está presente en los humanos. Este gen afecta directamente a una vía cerebral responsable de regular el equilibrio energético en el cuerpo, llamada vía leptina-melanocortina.
El equipo también mapeó directamente en genes humanos otros cuatro genes asociados con la obesidad canina, pero con un efecto menor que el DENND1B.
"Estos genes no son objetivos obvios de inmediato para los fármacos para adelgazar, porque controlan otros procesos biológicos clave del organismo en los que no se debería interferir, pero los resultados ponen de relieve la importancia de las vías cerebrales fundamentales para controlar el apetito y el peso corporal", explicó Alyce McClellan, investigadora de la Universidad de Cambridge y coautora principal del informe.
Además, el estudio descubrió que los perros con alto riesgo genético de obesidad tenían más interés en la comida, pero si los dueños controlaban su dieta y ejercicio, los perros podían evitar la obesidad, igual que sucede con las personas propensas a aumentar de peso.
Y como sucede también con la obesidad humana, ningún gen determinó si los perros eran propensos a ella. Fue el efecto combinado de múltiples variantes genéticas, lo que determinaba si el riesgo de los perros era alto o bajo.
Los resultados se ha publicado en la revista Science .