La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, anunció este viernes una serie de medidas para tratar de aliviar la presión que sufren los hospitales este verano por la falta de personal y el desgaste profesional que ha seguido a los dos años de pandemia que ha llevado a muchos sanitarios a dimitir.
En visita a un hospital de Pontoise, al norte de París, Borne adelantó algunas de las 41 medidas que se aplicarán como respuestas a corto plazo a la dramática situación que viven las urgencias, con un centenar de servicios cerrados de forma intermitente en todo el país y miles de puestos libres.
Algunas de estas disposiciones son el pago de un complemento extra al personal sanitario de noche y un bonus de 15 euros por consulta a los médicos liberales para incitarlos a atender a pacientes que no estuvieran programados.
Borne, que la semana que viene presentará su nuevo Gobierno y deberá defender las grandes líneas de su mandato ante los diputados y senadores antes de someterse a un posible voto de confianza, anunció que quieren también mejorar la orientación de los pacientes para que no vayan "sistemáticamente a urgencias", facilitar el regreso de médicos jubilados de forma puntual y desarrollar las teleconsultas.
Además, entre las medidas más destacadas, van a permitir que farmacéuticos, fisioterapeutas y otros sanitarios puedan recetar a otros pacientes en casos de tratamientos crónicos para tratar de agilizar las consultas, que se encuentran también muy saturadas.
Este dispositivo se aplicará durante los tres próximos meses pero algunas de las medidas podrían adaptarse a largo plazo si se prueba su eficacia, avanzó Borne.
EFE