El COVID-19 sigue contagiando y segando vidas humanas en Florida, donde ya se acumulan 28.832 casos y 960 muertes, y también enviando miles de personas al desempleo, mientras las autoridades y los distintos sectores económicos tratan de diseñar un plan para «reabrir» el estado.
El aspecto sanitario de la crisis por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 tampoco presenta buena cara, a pesar de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijera hace un par de días que se había logrado «aplanar la curva» de la enfermedad.
Desde el jueves por la tarde los casos han aumentado en 256 y las muertes en 33, de acuerdo con las cifras del Departamento de Salud.
Hasta ahora se han realizado 298.587 pruebas del COVID-19 en el estado y en un 9,7 % han dado positivo.
EFE