Especialistas explican qué es la distimia y la importancia de su diagnóstico

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la distimia afecta aproximadamente al 6% de la población mundial y no es más que una forma crónica de depresión puede aparecer en la adolescencia.

La principal diferencia entre la distimia y el tipo clásico de depresión es que la persona puede ser funcional y realizar sus actividades con normalidad. Sin embargo, trabajar, estudiar y otras acciones cotidianas son un poco más difíciles de hacer.

“Se pueden hacer las actividades, pero con un costo mayor en la rutina y una productividad reducida debido a los síntomas. La persona es funcional, pero a costa de un mayor esfuerzo”, explica la psiquiatra y profesora de la Universidad Positivo de Curitiba, Márcia Haag.

Según expertos, aún no hay consenso sobre las causas de la distimia. Por lo general, el trastorno puede ser multifactorial y estar generado por factores estresantes durante el periodo de infancia, una predisposición genética y biológica, un traumatismo o cuestiones sociales.

“Es posible notar que en la fase adulta el paciente llegue a consulta y tiene llanto fácil, pero cuando se profundiza e investiga, se descubre que era un niño silencioso y con dificultades para relacionarse”, señala la psicóloga y especialista en terapias cognitivas del Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FMUSP), Bianca Breda.

Cómo identificar la distimia y distinguirla de la depresión clásica

Desligada de otros episodios de depresión, más fáciles de reconocer, la distimia tiene características propias bajo una capa de camuflaje.

Además de tener una mayor duración, los signos más comunes pueden manifestarse a través de cansancio, fatiga, baja autoestima, indecisión y un pesimismo exagerado.

En la depresión común, la más conocida, la persona tiende a mostrar síntomas exacerbados de tristeza, desánimo, desinterés por las cosas, pérdida de apetito y otros signos que pueden ser percibidos por el entorno y por el propio paciente.

“En la depresión hay una mayor intensidad, el sufrimiento de una persona con depresión suele ser mayor y la clasificamos en leve, moderada y severa. Suele estar ligada a algún evento”, dice Breda.

No es la personalidad

En muchos casos se confunde como algo “de la personalidad”. Debido a este error común, el diagnóstico suele ser tardío y perjudica a los pacientes en la búsqueda del tratamiento correcto, algo que puede durar décadas.

Es fundamental, según los expertos, dejar de decir que cierta persona es aburrida, que es así y ha sido así toda su vida y que, por tanto, no cambiará más.

“La distimia viene de modo lento y sigiloso. Sin embargo, con los años, a pesar de ser leve, el impacto funcional es grande, ya que la persona se va ganando apodos y etiquetas de gruñón y malhumorado”, indica.

“Esto, que es culturalmente aceptado, va retrasando el diagnóstico y también refuerza el neuroticismo, un rasgo de la personalidad que hace que se vean las cosas de un modo negativo”, expone Heyde.

Cómo buscar ayuda y tratar el trastorno

“La depresión en sí tiene hasta un 50% de casos que no son diagnosticados por los médicos de atención primaria. Imagina lo que pasa con la distimia, donde una persona puede quejarse de sentir cansancio, fatiga y baja autoestima. Es bastante común asociarla con otras enfermedades psiquiátricas, trastorno de ansiedad y uso de sustancias”, dice Haag.

El diagnóstico tardío, según el médico, también puede interferir en la aparición de otras enfermedades o empeorar las secuelas de cada una de ellas.

“La distimia y la depresión afectan al organismo de forma sistémica y puede hacer que empeoren algunos cuadros clínicos como la diabetes, hipertensión y enfermedades reumatológicas, haciendo que el paciente necesite mayores dosis de fármacos o una combinación superior de medicamentos para estabilizar ese cuadro”, dice.

Lo recomendable es buscar atención con psicólogos y psiquiatras, quienes podrán hacer el extenso seguimiento, evaluarán el caso, y podrán determinar la línea terapéutica correcta, bien sea con medicación o solo psicoterapia.

El seguimiento médico puede durar meses o años, pero es fundamental para mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente.

Noticiero Venevisión / BBC