El doctor Francisco Loyola Echaniz, miembro de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI) y radiólogo en la Unidad de Radiología Intervencionista del Hospital Universitario de Donostia, ha señalado la existencia de una serie de factores de riesgo no modificables que influirían en el desarrollo de las varices.
«Uno de los motivos de más peso a la hora de tener una mayor predisposición a desarrollar varices es la herencia genética. En este aspecto, influye la herencia de ambos progenitores. Si uno de los dos ha padecido varices, la probabilidad de sufrirlas se sitúa en un 50 por ciento; mientras que si los dos las han padecido, dicha probabilidad aumenta hasta un 70 por ciento», explica el experto.
Los otros dos principales factores de riesgo no modificables serían la edad y el sexo: «El envejecimiento causa un desgaste en las válvulas encargadas de controlar el flujo sanguíneo, provocando que la sangre se acumule y se debiliten las paredes de las venas.
Por su parte, las características hormonales de las mujeres hacen que ellas sean más propensas a sufrir varices. Los embarazos, los cambios previos a la menstruación o la menopausia y los tratamientos hormonales pueden influir en la aparición de varices».
Se estima que una de cada cuatro personas en el mundo podría tener varices gruesas y siete de cada diez problemas estéticos como venas finas y arañas.
Como señala el portavoz de la SERVEI, «no existen trucos que valgan» para evitar la aparición de varices contra los factores genéticos, de edad o sexo». Sí, en cambio, para otros factores de riesgo como la obesidad o el sobrepeso, el sedentarismo o el hecho de pasar periodos prolongados de tiempo sentados o de pie.
«Un estilo de vida activo y saludable es el mejor aliado para prevenir, en la medida de lo posible, la aparición de arañitas y varices en las piernas y, al mismo tiempo, mejorar la sintomatología de las existentes y evitar que avancen hasta fases más graves», recomienda el doctor Loyola Echániz.
El experto destaca una serie de hábitos que pueden ayudar a mantener unas piernas saludables, como utilizar medias de compresión si se padece insuficiencia venosa o se trabaja muchas horas de pie; evitar calzado que oprima el pie; seguir una dieta rica en fibras y con bajo contenido de sal; hacer ejercicio (caminar, nadar y andar en bici son los más adecuados para las varices); controlar el peso; e hidratarse bien.
Con información de 20minutos.