Un equipo de científicos estadounidense descubrió que el virus del ébola es capaz de sobrevivir a los tratamientos usados actualmente, permanecer en los tejidos cerebrales de su huésped y volver a infectarlo varios años después.
De acuerdo a los expertos del Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército estadounidense, el brote de ébola registrado el año pasado en Guinea surgió de un paciente que sobrevivió a la pandemia ocurrida entre 2013 y 2016.
Para abordar esta cuestión, los académicos estudiaron la persistencia del virus en macacos Rhesus ('Macaca mulatta') sometidos al tratamiento, y descubrieron que, a pesar de haberse eliminado de la mayoría de los órganos, el patógeno permanecía “escondido” en el sistema ventricular del cerebro, en el que se produce, circula y contiene el líquido cefalorraquídeo.
Según detallan en su estudio, cerca de un 20 % del total de los monos en los que se utilizaron anticuerpos monoclonales presentaron una infección persistente por el virus del Ébola, que afectaba, además de los tejidos cerebrales, a la cámara vítrea de los ojos y los túbulos seminíferos de los testículos, entre otros.
Los resultados de la investigación, señala Jun Liu, coautor del estudio, muestran que “el virus del Ébola persistente puede reactivarse y causar una recaída de la enfermedad en los supervivientes, lo que podría provocar un nuevo brote”, por lo que es necesario dar seguimiento a largo plazo a los supervivientes de ébola para evitar una nueva epidemia.
Con información de Noticiero Venevisión / ActualidadRT