El melanoma es un tipo de cáncer de piel –el más agresivo y letal– que se forma a partir de unas células llamadas melanocitos. Los melanocitos elaboran una sustancia denominada melanina, que es la responsable del color de la piel, el pelo y los ojos. La melanina también protege de los rayos ultravioleta nocivos del sol. Si la piel recibe demasiados rayos ultravioleta, los melanocitos pueden comenzar a dividirse sin control y así comienza el melanoma cutáneo.
Sin embargo, al encontrarse los melanocitos en diversas zonas del organismo, pueden existir melanomas en otros sitios como el ojo, el tubo digestivo o el sistema nervioso.
El melanoma puede aparecer en la piel normal o en un lunar, y es el más grave de los cánceres de piel porque se extiende muy rápidamente a través del sistema linfático o los vasos sanguíneos, llegando a producir metástasis en los ganglios linfáticos y otras áreas del cuerpo humano como el hígado, los pulmones, los huesos y el cerebro.
Según datos 2021 de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), tan solo en España se detectan cerca de 6.100 casos de melanoma cada año. A pesar de no tener un buen pronóstico, si es uno de los cáncer más prevenibles, ya que las medidas para evitarlo se basan en una buena protección solar y en la vigilancia periódica de la piel y los lunares (bastaría con dedicarle un minuto al mes).
Tipos de melanoma y localizaciones
Los tipos de melanoma más frecuentes son cuatro. Estas son sus características, a quiénes afectan en mayor medida y en qué zonas del cuerpo se localizan:
Con información de Web Consultas