Algunos procesos biológicos y ambientales -como la luz ultravioleta- pueden dañar nuestro ADN y provocar cáncer, pero afortunadamente las células disponen de estrategias naturales para repararlo, y esa información es esencial para los astronautas que se exponen a la radiación del espacio.
Por eso, los científicos llevan años estudiando si la microgravedad del espacio puede afectar a estos procesos naturales y hacer que la reparación celular no sea la adecuada, aunque obstáculos tecnológicos y de seguridad han limitado hasta ahora esta investigación.
Ahora, un equipo de investigadores del programa de investigación "Genes in Space" ha desarrollado y demostrado con éxito una nueva técnica para estudiar cómo las células reparan el ADN dañado en el espacio. Los detalles de su investigación se publican este miércoles en la revista estadounidense Plos One.
Mediante la tecnología de edición del genoma CRISPR/Cas9, los científicos crearon daños precisos en la cadena de ADN de células de levadura para observar con detalle si se producían daños no específicos por radiación u otras causas.
Los investigadores demostraron con éxito la viabilidad del novedoso método a bordo de la Estación Espacial Internacional y ahora esperan que la técnica permita avanzar en la investigación sobre la reparación del ADN en el espacio.
Esta es la primera vez que se ha utilizado la técnica CRISPR/Cas9 con éxito en el espacio y la primera vez -también en el espacio- que las células vivas han sido transformadas con éxito.
A partir de ahora, las investigaciones intentarán perfeccionar el nuevo método para imitar mejor el complejo daño al ADN causado por la radiación ionizante del espacio.
Además, la técnica también podría servir de base para investigar otros muchos aspectos de biología molecular relacionados con la exposición y la exploración espacial a largo plazo.
"Estos avances llenan de esperanza a este equipo en la renovada búsqueda de la humanidad por explorar y habitar la vasta extensión del espacio", concluye el autor principal Sebastian Kraves.
EFE