La cuarta ola de la pandemia sigue alcanzando niveles récords en Alemania donde, ante el estancamiento de la campaña de vacunación, se teme una quinta, como lo señaló el presidente del Instituto Robert Koch (RKI) de virología, Lothar Wieler.
«Si no se logra una reducción de contactos y una aceleración de la campaña de vacunación tendremos también una quinta ola en Alemania», dijo Wieler.
Un 67,9 por ciento de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus y un 70,4 por ciento al menos la primera dosis.
Desde hace semanas que no se logran progresos notables para alcanzar cifras que acerquen a Alemania a la inmunidad de rebaño lo que es atribuido en buena parte a la resistencia a vacunarse de parte de la población.
Mientras tanto, las cifras de contagios alcanzan niveles alarmantes.
La incidencia semanal se situó este sábado en los 362,2 contagios por 100 habitantes, según los últimos datos del Instituto Robert Koch (RKI), lo que representa el nivel más alto desde el comienzo de la pandemia.
La semana pasada la incidencia semanal había de 277,4 y el mes pasado de 80,4. El número de contagios también tiende al alza y en las últimas 24 horas se registraron 63,924, 18.843 más que hace una semana.
Un total de 248 personas murieron con causas relacionadas con la enfermedad, 20 más que hace una semana.
El presidente de la Comisión Permanente de Vacunación (STIKO), Thomas Mertens, ha admitido que la vacuna no será la herramienta para romper la cuarta ola, debido a que sus efectos tardan varias semanas en notarse.
«Para superar la situación actual las vacunas no tienen ningún papel», dijo Mertens en declaraciones al canal Phoenix «Sin embargo es muy importante seguir vacunando de cara al año próximo», añadió.
La situación actual ha hecho que en Alemania se haga más actual la discusión sobre la vacuna obligatoria, al menos para determinados grupos, después de que en Austria se optara por la vacuna obligatoria para toda la población a partir de febrero de 2022.
A ese respecto, Mertens dijo que la vacuna obligatoria podría tener sentido para personas que trabajen en determinados oficios o en determinados lugares, como residencias para la tercera edad u hospitales.
Desde el comienzo de la pandemia ha habido 5.291.549 contagios confirmados en Alemania y 99.301 personas han muerto a causa del coronavirus.
La presión hospitalaria también esta creciendo y en algunas regiones y ciudades, entre ellas Berlín, los hospitales cerca del límite de sus capacidades.
El lunes entra en vigor la nueva ley de protección sanitaria que incluye medidas como la exigencia del certificado de vacunación o, en su defecto, de un test negativo diario para acceder al lugar de trabajo.
Los estados federados han pedido mejoras en esa ley y los partidos de la futura coalición de Gobierno -el Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y el SPD- han anunciado una revisión de la misma para el 9 de diciembre.
EFE.