El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmunitaria crónica generalmente de larga duración que suele afectar a diferentes partes del cuerpo, como pueden ser la piel, el corazón, las articulaciones, los pulmones, el cerebro o los riñones.
Según explican desde el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS, por sus siglas en inglés), esta enfermedad se produce cuando el sistema inmunitario, que es el responsable de proteger al cuerpo de las infecciones externas, ataca a sus tejidos.
El ataque por parte del sistema inmunitario causa una inflamación y puede dañar de manera permanente los tejidos.
Los expertos señalan que cualquier persona puede padecer lupus, pero existen una serie de factores que incrementan el riesgo de sufrirlo. De este modo, es más probable en mujeres que en hombres, así como en afroamericanos y en personas de ascendencia indígena americana y asiática. Además, el lupus suele darse en personas que tienen entre 15 y 45 años de edad.
Las personas que tienen lupus acostumbran a sufrir brotes, por lo que durante el tiempo de remisión están perfectamente. Estos brotes pueden producirse de forma leve o pueden ser graves, ya que, por lo general, no siguen un patrón estricto.
Causas y síntomas del lupus
A día de hoy se desconoce cuál es el factor que causa el lupus. Sin embargo, se sabe que hay algunos aspectos que pueden activar el sistema inmunitario y causar la enfermedad, como son la genética, el medio ambiente y otras influencias relacionadas con el sistema inmunitario.
Los síntomas del lupus no son igual en todas las personas, pues según el NIAMS unas padecen síntomas más graves y otras más leves; unas solo ven un área de su cuerpo afectada y otras muchas; y en algunas los síntomas aparecen y desaparecen continuamente.
Entre los síntomas comunes que causa esta enfermedad se encuentra artritis, fiebre, cansancio o fatiga, sarpullidos, glándulas inflamadas, hinchazón en las piernas, dolor de cabeza, mareos, depresión, confusión, convulsiones, pérdida de cabello, llagas en nariz y boca, cambio en el color de los dedos, hinchazón en los ojos, dolor al respirar o acostarse y dolor de estómago.
Además, en algunos casos el lupus puede afectar a algunos órganos del cuerpo, como son los riñones, el corazón o los pulmones.
Consejos para sobrellevar el lupus eritematoso sistémico
El lupus no tiene cura, pero existen diferentes tratamientos que ayudan a controlar y aliviar los síntomas que provoca esta enfermedad.
Así, con el paso de los años, los tratamientos han mejorado y existen diferentes fármacos o terapias que ayudan a mejorar la calidad de vida.
Desde el NIAMS explican que los objetivos del tratamiento para el lupus son controlar los síntomas, evitar los brotes, lograr una remisión completa de la enfermedad, prevenir o retrasar daños en otros órganos y mejorar la calidad de vida del paciente.
Por ello, estos expertos proponen algunos medicamentos como antiinflamatorios, antipalúdicos, corticoesteroides, inmunodepresores y ciertos medicamentos biológicos, siempre dependiendo de los síntomas de cada persona.
También aconsejan llevar a cabo terapias alternativas y complementarias, como dietas especiales, suplementos y acupuntura, aunque falta investigación en este campo.
Para adaptarse y aprender a convivir con el lupus, los expertos recomiendan llevar a cabo los siguientes consejos:
Aprender a reconocer las señales de advertencia de un brote para tomar medidas y prevenirlos.
Llevar a cabo una dieta sana y equilibrada rica en frutas, vegetales y granos integrales.
Disminuir el estrés con actividades tranquilas y relajadas.
Protegerse del sol.
Practicar ejercicio físico para estar físicamente fuerte, aunque siempre coordinado por un especialista.
Dejar de fumar.
Hablar con la familia y amigos sobre la enfermedad, y, si es necesario, con un grupo de apoyo o un especialista.
Con información de Mundo Deportivo - Vidae