La molestia o mejor dicho la ira, suele ser una emoción completamente normal y se encuentra en los estándares sanos de una persona. Sin embargo , es importante aprender a afrontarla de una forma completamente equilibrada y de forma positiva.
La ira de una manera descontrolada puede llegar a ocasionar grandes afecciones a nivel físico pero también puede afectar las relaciones con amigos, familiares, hijos, pareja y laborales.
Por ello a continuación te mencionaremos cinco datos importantes que puedes aplicar para controlar el temperamento.
1. Piensa antes de hablar. Tómate unos momentos para ordenar tus pensamientos antes de decir algo, y permite que las otras personas involucradas en la situación hagan lo mismo.
2. Una vez que te tranquilices, expresa tu ira. Tan pronto como puedas pensar con claridad, expresa tu frustración de una manera asertiva pero no confrontativa. Comunica tus preocupaciones y necesidades de manera clara y directa.
3. Haz un poco de ejercicio. La actividad física puede reducir el estrés que te puede provocar enojo.
4. Tómate un tiempo para reflexionar. Algunos momentos de tranquilidad pueden ayudar a que te sientas mejor preparado para manejar lo que sucederá después sin irritarte o enojarte.
5. Identifica posibles soluciones. En lugar de concentrarte en lo que te enojó, esfuérzate por resolver el problema en cuestión. Recuerda que la ira no soluciona nada y solo podría empeorar todo.
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