Los niveles bajos de 25-hidroxi vitamina D parecen empeorar el pronóstico cardiovascular, se asocian con una mayor incidencia de eventos cardiovasculares, una mayor tasa de infartos y una mayor mortalidad cardiovascular y mortalidad, según ha advertido el doctor Ignacio Fernández Lozano, jefe de la Sección de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Puerta de Hierro.
De hecho, tal y como ha recordado, las acciones de la hormona D no se limitan solo al hueso y al intestino, sino que tiene otras acciones, más allá del metabolismo fosfocálcico, denominadas extraesqueléticas. Entre ellas se encuentran las acciones sobre el sistema inmune, sobre la defensa contra las infecciones, la proliferación celular y, también, el sistema cardiovascular
Por esta razón, el doctor Fernández Lozano insiste en que es necesario concienciar a los especialistas en cardiología clínica de la necesidad de detectar el déficit de 25-hidroxivitamina D y de tratarlo adecuadamente para mejorar la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
«No nos olvidemos de determinar la vitamina D, porque podemos encontrar muchos enfermos que pueden beneficiarse de la suplementación en casos de déficit», ha señalado.
En la actualidad, en España existen varios tratamientos disponibles para tratar el déficit de 25-hidroxi vitamina D. A este respecto, el doctor Juan José Díez, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Puerta de Hierro, reconoce que «el colecalciferol es la vitamina D3, la que se sintetiza en la piel y necesita la doble hidroxilación para convertirse en un metabolito activo».
En este sentido, añade que el calcifediol es el precursor directo del calcitriol, el metabolito activo y, frente al colecalciferol, su principal ventaja es que no necesita la 25-hidroxilación hepática. Además, es más potente, posee una mayor tasa de absorción intestinal, tiene un menor secuestro en tejido adiposo y presenta una curva dosis-respuesta línea.
Con información de Infosalus.