Psicóloga Irene Indriago informa sobre avance de la violencia de género

La espiral de la violencia: un laberinto por el que muchas mujeres comienzan a transitar sin percatarse cuando inició. Una caricia que se transforma en una mano alzada, una broma pesada que con el tiempo quiebran equilibrio y autoestima. El efecto de bola de nieve que se puede evitar detectando la situación a tiempo...en el siguiente reportaje veamos de qué se trata.

"En el fondo no es así" o "yo sé que él no era así", excusas que surgen para cubrir una realidad: eres víctima de maltrato de género.

Humillaciones y agresión no son precisamente las caricias que una mujer desea y debe recibir; sin embargo, la inseguridad, los patrones aprendidos de maltrato y  otras causas pueden conducir a que faltas insignificantes terminen con violencia y en muchos casos, la muerte de la mujer.

La Psicóloga clínica y cognitiva, Irene Indriago condecorada en el 2012 por la Orden Josefa Camejo de la UCV por su labor en la Defensa de los derechos  de las Mujeres, explicó a Venevisión que todo comienza con un proceso de acumulación de la tensión. 

“Hay una armonía aparente comienzan pequeñas discusiones, por algunas diferencias, en cuanto a la comida, a las llegadas tarde, a algún reclamo cotidiano y este nivel de tensión va aumentando y se va incrementando en el transcurso de los días hasta que ocurre el acto violento. generalmente este acto es a través de gritos, golpes, a través de una descalificación o anulación de la persona dentro de casa”.

La búsqueda de un amor de novela puede llevar a una mujer a aguantar vejaciones físicas, verbales y psicológicas. Cuando la víctima se percata de la relación de agresión, el victimario sabe las palabras justas en el momento indicado para conseguir su perdón. Agresión y arrepentimiento, son constantes en un círculo que pareciera no parar.

Indriago explica que esta etapa es conocida como “la luna de miel”.

“Es todo el proceso de encantamiento, acercarse tener atracción sexual, tener la posibilidad de volver a tener intimidad, hasta que regresa al periodo de tensión que va a llevar de nuevo al acto violento o varios actos violentos hacia la mujer directamente”.

La humillación y provocar sumisión no son muestras de amor. Quien ama no maltrata,  cuida,  protege y  hace sentir importante a la mujer amada. Los pequeños detalles cuentan, así que alerta el maltrato a tiempo antes de que sea demasiado tarde y no puedas salir de la espiral de violencia. Recuerda, con violencia no hay paraíso, rompe el silencio ya.

Redacción Nelsy Oviedo Corrales / Noticiero Venevision.