Frank Cuesta lleva años viviendo en Tailandia, donde está buena parte de su familia y está dedicado en cuerpo y alma a su gran sueño, un santuario de animales. En el Santuario Libertad, como se llama, acoge, cuida y reintegra en la naturaleza -y si no es posible los mantiene indefinidamente- a un gran número de especies para facilitarles el bienestar en su hábitat natural.
Si bien buena parte del trabajo es satisfactorio, hay ocasiones en las que todo se complica, tal y como acaba de pasar. En el último vídeo compartido en su canal de YouTube, Cuesta muestra el brutal ataque que ha sufrido por parte de un animal salvaje y por el que podría haber terminado de la peor de las maneras. “A punto de morir hoy”, se titula el vídeo, en el que comienza explicando que lo sucedido no es culpa del mamífero, sino suya, pues no calculó bien los riesgos y las distancias.
A continuación, Frank ha colgado el vídeo inédito del ataque, que dura varios minutos. En él se le puede ver introduciéndose en un río para acercarse a un ciervo adulto y a tres crías que están en una de las laderas. Mientras que los más pequeños se apartan de él instintivamente, el macho le encara y le embiste duramente, arrollándole y empotrándole contra la ladera de la montaña.
Consciente del gran peligro que supone por su cornamenta Cuesta intenta por todo los medios sujetarle por las astas y separarle de sí. El animal, sin embargo, no cede un ápice en su acometida y continúa arremetiendo contra él. Indefenso, el herpetólogo no puede más que intentar sostenerle por la cornamenta a base de fuerza, pero en muchas ocasiones se ve arrastrado por el ciervo.
Para intentar que le suelte, Frank Cuesta llega incluso a golpearle con piedras que se encuentra en el arrastre, pero sin éxito. Finalmente, tras casi cuatro minutos de pelea, logra ponerse en pie y retirarse hacia la parte superior de la ladera.
Ya a salvo, sin cambiarse ni siquiera de ropa, Frank sigue con la grabación y cuenta lo que ha sucedido: “he cometido el error de salir por una zona donde él no veía salida y se me ha echado encima. La culpa ha sido mía por no darme cuenta”, explica, desvelando que sufrió diversas heridas. “Me ha pegado varias cornadas, algunas más profundas que otras. Pero bueno, son cosas de vivir aquí. He calculado mal, pensé que él tenía salida y no era así... Tengo heridas por todos los lados, he tenido que agarrarle y arrastrarle, estar peleando a ver quién se cansaba antes, pero ya os digo que son cosas de estar con fauna salvaje”, sigue Cuesta, tranquilizando así a sus seguidores y es que, pese a su aspecto, afirma que “estoy bien, un poco aturdido por la pelea. Pero esta vez hemos salido bien dentro de lo que cabe, tengo cornadas por todos los lados”.
Perrito, el ciervo
Ya curado de las heridas y un poco más tranquilo, Frank ha grabado otro vídeo sobre el ataque de Perrito, como se llama el mamífero. “Me he cosido, tenía una herida bastante profunda, heridas por todo el cuerpo”, explica. “Quería decir que estas cosas pasan, Perrito ha estado en celo y tenía dos cables, el último se lo quité en la pelea de hoy. Ha sido una situación de vida o muerte y lo que quiero decir es que a veces la fauna es así, dura, jodida...”.
Y sigue: “Tengo suerte de ser un tío grande y fuerte. El animal pesa más de 200 kilos y tiene unas astas fuertes. De hecho, en el primer ataque me tuve que quitar un asta de la tripa, me hizo un agujero”, narra. Y por si alguien aprovechara para poner en duda su trabajo, ha insistido en que esto demuestra que todo funciona bien “porque los animales están asalvajados. Perrito es un animal que me adora, pero tiene sus reacciones, su testosterona y sus días... Por eso hay que tener muchísimo cuidado siempre. Cualquiera puede ser letal -el pavo no-. Perrito va a ser el mismo siempre, pero a veces pasan cosas...”, termina.
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