Un agente de la Policía Militar de San Pablo arrojó a un hombre desde un puente y generó indignación en la sociedad y en el arco político brasilero, que repudió lo ocurrido y exigió una investigación que dé con los responsables.
Las imágenes se conocieron durante la madrugada del martes, apenas unas horas después de que ocurriera el hecho, en la noche del lunes. Toda la secuencia tuvo lugar en el barrio de Cidade Ademar, al sur de la capital del estado.
Los fragmentos difundidos en redes sociales muestran a tres agentes del 24 Batallón de la Policía Militar local al borde del puente, rodeados de motocicletas, y a un cuarto oficial que se acerca al grupo con un hombre de remera azul, al que deja también en el límite de la estructura. Instantes más tarde se lo ve tomarlo por una de sus piernas e inclinarlo hasta que cae al vacío.
Según el medio local Folha de Sao Paulo, todo ocurrió tras una persecución policial.
Aún no ha trascendido la identidad del hombre ni su estado de salud aunque ya se determinó quiénes fueron los oficiales involucrados y se los suspendió, en tanto la Secretaría de Seguridad Pública realiza una investigación para esclarecer lo ocurrido.
“Qué absurdo, qué cobarde, qué asqueroso”, repudió el periodista Guga Noblat a lo que se sumó el gobernador de San Pablo, Tarcísio de Freitas, quien aseguró en sus redes sociales que “aquellos que disparan a personas por la espalda, aquellos que llegan al punto de arrojar a alguien desde un puente, claramente no están capacitados para llevar este uniforme”.
“Estos casos serán investigados y severamente castigados”, prometió.
En su mensaje, de Freitas hizo referencia a otro caso que dio cuenta del alza de la violencia policial en Brasil. El pasado 3 noviembre, otro agente de las fuerzas de seguridad militar de San Pablo, que se encontraba fuera de servicio, disparó varias veces contra Gabriel Renal da Silva Soares, un joven de 26 años que había robado jabones.
El tiroteo ocurrió a las afueras de un mercado en Jardim Prudencia y acabó con la vida del hombre.
El rapero Eduardo Taddeo, tío de Silva Soares, denunció entonces lo ocurrido y aseguró que se trató de una respuesta desmedida por parte del oficial.
“Las imágenes de la tienda prueban que mi sobrino Gabriel fue cobardemente ejecutado. No hubo acercamiento ni voz de detención”, lamentó.
Casos como estos han reavivado el debate en el país sobre los límites a la Policía, impulsado por el ex presidente Jair Bolsonaro, quien se ha mostrado a favor de dar carta blanca a los oficiales para matar a criminales. Un vasto sector de la sociedad y de la política, sin embargo, se opone a la iniciativa ya que -advierte- desataría una ola de violencia policial aún mayor a la ya existente, que se desató durante la primera presidencia del ultraderechista y persiste hasta el presente.
Datos de la Secretaría de Seguridad Pública de San Pablo expusieron que en los primeros ocho meses de este año, las fuerzas del orden locales mataron a 510 personas, lo que representa un aumento del 56% en los decesos en manos de este grupo frente a los 327 de 2023.
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