La luz verde del Tribunal Supremo de Estados Unidos a la reactivación de redadas justificadas por motivos de raza, idioma o trabajo en California reavivó temores de «perfilamiento racial», advertidos en su disenso por la jueza Sonia Sotomayor y compartidos por el gobernador Gavin Newsom.
«No deberíamos vivir en un país donde el Gobierno puede detener a cualquiera que parezca latino, hable español y trabaje en un empleo mal remunerado», advirtió la jueza Sonia Sotomayor en su voto disidente, luego de que el Tribunal Supremo decidiera este lunes por 5 votos a favor y 4 en contra reactivar redadas migratorias en California a petición del presidente Donald Trump.
Las redadas habían sido suspendidas el 11 de julio por la jueza Maame E. Frimpong, quien consideró inconstitucional detener a personas basándose solo en raza, idioma, ubicación o empleo.
Entre el 6 de junio y el 2 de julio se realizaron 2.792 arrestos, cifra que cayó por debajo de los 1.400 en julio y principios de agosto, según datos del Departamento de Seguridad Nacional.
Las operaciones iniciales provocaron grandes protestas en Los Ángeles, con enfrentamientos entre manifestantes y la policía local. Trump respondió desplegando hasta 2.000 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines. En ese periodo se contabilizaron alrededor de 2.800 arrestos, según cifras oficiales y reportes de medios.
Desde entonces, el Departamento de Seguridad Nacional informó que las redadas en Los Ángeles han superado ya los 5.000 arrestos, cifra utilizada por el Gobierno para justificar la continuidad de los operativos federales.
EFE.