El sur de Francia salió este viernes de la ola de calor, la más larga e intensa del verano, con termómetros que en los cuatro primeros días de la semana subieron en varias ciudades a cotas que no se habían alcanzado desde que hay registros y con las temperaturas medias más altas en la segunda mitad de agosto.
Varios frentes de tormentas que empezaron a atravesar el jueves el país de oeste a este redujeron hoy las temperaturas de forma significativa y llevaron a Météo France a decidir desactivar las últimas alertas por calor a partir de las 23:00 hora local.
A partir de esta tarde, se esperaba una intensificación de las tormentas en Auvernia, el valle del Ródano, la región de Lyon, Borgoña y el noreste de Francia, con lluvias que podrían alcanzar los 50-60 litros por metro cuadrado en poco tiempo, ráfagas de viento de hasta 90-100 kilómetros por hora y precipitaciones de granizo.
El sábado, las temperaturas continuarán a la baja, de forma que solo se superarán los 30 grados en la fachada mediterránea y en la isla de Córcega.
Météo France señaló, en cualquier caso, que el episodio de calor que se cierra ahora ha sido "excepcional por su duración y su intensidad" y "es sintomático del cambio climático".
Esta semana se alcanzaron récords de temperatura en ciudades como Carcasona (43,2 grados), Orange (42,7), Toulouse (42,4), Lyon (41,4), Chambéry (40,5), Clermont Ferrand (40,4) o Tarbes (39,9).
EFE