El número de personas sin hogar en Estados Unidos alcanzó un nuevo récord desde que empezó a computarse en 2007, con un aumento de 18 por ciento en comparación al 2023, informó esta semana el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés).
En su informe anual, el HUD contabilizó más de 770 mil personas sin hogar, una cifra que no incluye a quienes viven con amigos o familiares por no tener su propia casa. El total más alto se había consignado el año anterior, con 653 mil sin techo.
En ese momento, el HUD lo achacó al aumento de los alquileres y a la finalización de las ayudas federales por el COVID-19. En esta ocasión lo atribuyó al incremento de catástrofes naturales, así como a la presión demográfica generada por la llegada de miles de migrantes, entre otras razones.
La migración tuvo “un impacto particularmente notable” en el porcentaje de familias sin hogar, que rozó 39 por ciento en su último registro, se lee en el comunicado. De hecho, el Departamento precisó que en las 13 comunidades a las cuales arribaron más inmigrantes, el número de familias sin hogar se duplicó, mientras que en las 373 restantes la subida no llegó al ocho por ciento.
“Ningún estadounidense debería enfrentarse a la falta de vivienda”, dijo la jefa de la HUD, Adrianne Todman. “Sabemos lo que funciona y nuestro éxito en la reducción del 55,2 por ciento en el número de veteranos sin hogar, desde 2010, así lo demuestra”, añadió.
Efectivamente, el número de militares retirados que no tiene vivienda cayó a ocho por ciento, para ubicarse en 32 mil 882, “la cifra más baja registrada en la historia”. Y la disminución fue mayor para los veteranos sin refugio, que en 2024 descendió 11 por ciento para situarse en 13 mil 851.
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