La ciudad de Pekín comenzó hoy a aplicar la cuarentena obligatoria no domiciliaria a todos las personas procedentes del extranjero, sean residentes o no en la ciudad, lo que ha creado bastante confusión y largas horas de espera en el aeropuerto, informaron varios viajeros a Efe.
El Gobierno municipal publicó hoy las excepciones a esta medida, anunciada el domingo, por la que todos los viajeros que lleguen a la capital china y no tengan síntomas de estar contagiados de COVID-19 deben someterse a una cuarentena obligatoria de quince días en hoteles habilitados para ello por las autoridades.
Incluso los residentes en Pekín no podrán realizar la cuarentena en su casa a no ser que sean mayores de 70 años, menores de edad, mujeres embarazadas y los que puedan demostrar que viven solos, además de los enfermos cuya dolencia no les permita someterse al aislamiento.
En esos casos, los viajeros tendrán que solicitar, antes de regresar a Pekín, hacer la cuarentena en su casa a su comunidad de residencia, que deberá «verificar» si la vivienda del solicitante «cumple con las condiciones», según el comunicado del Gobierno municipal.
Varios viajeros confirmaron hoy a Efe que, tras esperar algunas horas dentro del avión y, después de realizar los trámites del aeropuerto, fueron llevados a un centro de convenciones en el distrito de Shunyi de la capital, desde el que se determina dónde tiene que realizar la cuarentena cada persona.
En el caso de hacerse en un hotel, los viajeros de paso y los residentes en Pekín -muchos de los cuales deben regresar a la ciudad para retomar sus trabajos- tendrán que abonar los gastos de alojamiento, según la instrucción municipal.
EFE