La capital rusa, con sus más de 12 millones de habitantes, está preparada para pasar a la primera fase de la desescalada de las medidas para contener la pandemia de COVID-19, afirmó este miércoles la jefa del Departamento de Moscú para la Protección del Consumidor, Elena Andréyeva.
«Vemos que se cumplen los tres criterios (para la desescalada) y estamos preparados para la primera etapa y, en principio, incluso para la segunda», dijo Andréyeva en una videoconferencia en la Duma (asamblea legislativa) de Moscú.
Destacó que el coeficiente de contagio en la capital rusa es de 0,85, que los hospitales cuentan con el número necesario de camas libres y se han hecho 384 de test por cada 100.000 habitantes, cinco veces más de lo que señala el criterio establecido por las autoridades sanitarias del país.
En la capital rusa se mantiene el régimen de confinamiento implantado el 30 de marzo pasado, que incluye un sistema de pases electrónicos para desplazarse por la ciudad.
Según los datos ofrecidos hoy, en las últimas veinticuatro horas en Moscú se registraron 2.140 nuevos contagios de COVID-19 y 73 fallecimientos por esta enfermedad, mientras que los pacientes dados de alta fueron 5.839.
Desde el comienzo de la epidemia en Rusia, Moscú ha sido y sigue siendo el principal foco de infección del país con 171.443 casos diagnosticados y 2.183 fallecimientos.
Rusia, que ocupa el tercer lugar después de Estados Unidos y Brasil por número de contagios registrados, acumula ya 370.680 casos confirmados de COVID-19 y 3.968 decesos por esta enfermedad (8.338 y 161, respectivamente, en la última jornada).
EFE