Las escuelas marroquíes estrenaron el curso escolar con una vuelta escalonada a las clases a lo largo de tres días consecutivos, aunque con cierres selectivos de establecimientos en barrios o ciudades enteras para limitar la propagación del virus.
Los cierres imprevistos de centros escolares solo horas antes del comienzo del curso escolar, ante la multiplicación de contagios, generaron una gran confusión entre los padres y obligaron a una parte de los 7 millones de escolares a pasar a la enseñanza a distancia.
Según datos del Ministerio de Educación, se ordenó el cierre de todas las escuelas de Casablanca, y varios establecimientos en algunos barrios de Rabat, Marrakech, Meknés y Tánger donde se registraron los mayores focos del virus.
En cuanto a las instituciones que han abierto, inician este año un curso escolar atípico en medio de estrictas medidas sanitarias, y con una forma de enseñanza «semipresencial».
Sin embargo, la enseñanza telemática supone un reto para familias que tienen un limitado acceso a internet, especialmente en los ámbitos rurales, y para padres que están obligados a trabajar fuera de casa.
EFE