Las autoridades de Luisiana y Texas, en EE.UU., esperan preparadas la llegada del potente huracán Laura a sus zonas costeras en las próximas horas, con la atención en los residentes que no pudieron evacuar la zona, para que pasen la tormenta seguros en sus hogares.
Danny Lavergne, director de la Oficina de Preparación de Emergencias del Distrito Cameron, en Luisiana, expresó su preocupación por los miles de residentes que no han podido desalojar las zonas costeras y permanecen recluidos en sus viviendas.
«Lo mejor que podrían hacer en estos momentos es no intentar salir de donde se encuentren a menos que sus vidas corran peligro», advirtió Lavergne, cuya jurisdicción ordenó evacuaciones obligatorias desde la tarde del lunes.
Lavergne señaló que aunque el tránsito de vehículos en las arterias principales de la zona este de Luisiana ha sido mínimo en las últimas horas, hay algunos conductores que han esperado «hasta el último minuto» para buscar refugio.
El Departamento de Transporte de Texas anunció también esta noche el cierre de la carretera interestatal 10, a la altura de Lake Charles (Luisiana), una de las principales arterias entre los dos estados y cerca del lugar donde se espera que el ciclón toque tierra.
El huracán Laura, de categoría 4, se aproxima a la costa sur de Luisiana y Texas con vientos que alcanzan los 240 kilómetros por hora y se espera que en las próximas horas toque tierra en algún punto cercano al límite entre ambos estados.
Laura es un huracán mayor de categoría 4 en la escala de vientos Saffir-Simpson, de un máximo de 5, y es «extremadamente peligroso», advirtió el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Lavergne explicó que debido a ello, dentro de poco ni los agentes policiales ni de rescate podrán efectuar labores de auxilio, no solo por el cierre de calles y carreteras, sino porque «pondrían en peligro sus propias vidas».
EFE