El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, anunció este jueves el inicio de unas conversaciones indirectas con Israel para la delimitación de las fronteras marítimas bajo la mediación de la ONU y Estados Unidos tras décadas de disputa por las aguas fronterizas en el Mediterráneo.
Berri señaló en rueda de prensa que hoy se acordó un marco de un acuerdo «y las reuniones se realizarán bajo la bandera de las Naciones Unidas en la ciudad de Naqoura», sede de la Fuerza de Paz de la ONU en el Líbano (FINUL), en fecha que no precisó.
El presidente del Parlamento afirmó que el Ejército libanés será quien «lidere» las conversaciones por la parte libanesa para trazar la «línea blanca» en el Mediterráneo y acabar con las disputas en la frontera que se suceden desde que en 1948 se creara el Estado de Israel.
«Se ha pedido a Estados Unidos que actúe como mediador para demarcar las fronteras marítimas y está preparado para ello. Cuando se alcance un acuerdo finalmente, el acuerdo de la frontera marítima será sellado con Naciones Unidas», señaló Berri.
Añadió que el marco del acuerdo para negociar con Israel se alcanzó el pasado 7 de julio, antes de que Washington sancionara a individuos cercanos a Berri pertenecientes al grupo chií Amal.
Asimismo, indicó la disposición del Líbano a demarcar las fronteras y apuntó que Estados Unidos está haciendo «todos los esfuerzos para concluir las negociaciones lo antes posible».
Berri recordó que la visita el año pasado del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, empujó a que se reanudaran las conversaciones estancadas durante una década.
El Líbano e Israel, que no mantienen relaciones diplomáticas y técnicamente están en guerra, han disputado su frontera terrestre y marítima durante décadas, incluida un área en el borde de tres bloques libaneses en el mar Mediterráneo.
Este giro por parte del Líbano ante una futura negociación con su enemigo Israel se produce en un momento en el que el país mediterráneo vive la peor crisis de su historia, agravada por la gran explosión en el puerto de Beirut que asoló la capital.
EFE