Decenas de heridos continúan siendo trasladados a hospitales en el este de Afganistán cinco días después del devastador terremoto en la provincia de Kunar que ya ha dejado al menos 2.205 muertos y 3.640 heridos.
El doctor Tajmir, cirujano general en la sala de emergencias del Hospital Regional de Nangarhar, una de las regiones más afectadas por el seísmo de magnitud 6,0 al que han seguido nuevos terremotos en los últimos días, dijo que la asistencia médica ha sido posible esta semana gracias al amplio apoyo comunitario y al esfuerzo de los profesionales sanitarios.
«En particular, hospitales privados, institutos, empresas, residentes locales e incluso panaderías: todos ayudaron de alguna manera», dijo a EFE Tajmir, que se refirió a las farmacias que donaron tantas medicinas a los hospitales que sus depósitos se llenaron.
«Todo el tratamiento y los medicamentos para los heridos se proporcionaron de manera gratuita», añadió el doctor.
Tajmir explicó que, en un primer momento, llegaron heridos en estado muy grave al hospital de Nangarhar.
«Algunos tenían lesiones internas, como hígados, bazos e intestinos desgarrados; otros, fracturas en la cabeza, brazos, piernas, columna y otros huesos», añadió.
La infraestructura hospitalaria en Afganistán arrastra décadas de crisis económicas, a lo que se añade la lejanía de la remota Kunar y sus provincias vecinas, fronterizas con Pakistán.
El pasado 2 de septiembre, un equipo de la ONG Médicos sin Fronteras llegó a las zonas más afectadas por el terremoto para realizar una primera evaluación del terreno, que ha permanecido prácticamente incomunicado en los últimos días.
Entre quienes vivieron una odisea para poder ser atendidos se encuentra Mohammad Abbas, residente en el distrito de Chawkay, que quedó atrapado bajo los escombros de su casa derrumbada durante casi dos horas antes de ser rescatado por vecinos y voluntarios, y que ahora permanece en el Hospital Regional de Nangarhar.
«Las piedras habían caído en los caminos por el terremoto. Aunque las excavadoras trabajaban, me cargaron en una camilla durante dos horas porque las carreteras estaban completamente bloqueadas», dijo Abbas a EFE.
Primero fue llevado al Hospital Regional de Kunar, con una hemorragia interna en sus intestinos, pero el tratamiento en Asadabad fue complicado y por eso fue trasladado a Nangarhar.
En el quinto día tras el terremoto, el más letal de las últimas décadas en Afganistán, las esperanzas de hallar supervivientes en la zona cero de la catástrofe disminuyen, y los esfuerzos se centran ahora en las labores de socorro para quienes sobrevivieron y en la llegada de ayuda humanitaria a la zona.
EFE.