El Vaticano inaugurará su árbol de Navidad y el monumental pesebre, que esta ocasión será de cerámica de Los Abruzos, en la Plaza de San Pedro el viernes 11 de diciembre bajo medidas de seguridad para evitar contagios por la pandemia del coronavirus, en un mantenimiento de las tradiciones.
El Gobernatorado de la Ciudad del Vaticano informo hoy de que el pesebre de 2020 procede de la localidad de Castelli, en Teramo, en la región de Los Abruzos, mientras que el abeto proviene de los bosques de la Eslovenia sudoriental, del municipio de Kocevje, y tendrá una altura de 28 metros y un diámetro de 70 centímetros.
«Este año, y aún más de lo habitual, la preparación del tradicional espacio dedicado a la Navidad en la plaza de San Pedro quiere sea un signo de esperanza y confianza para el mundo entero. Quiere expresar la certeza de que Jesús viene entre su pueblo para salvarlo y consolarlo. Un mensaje acorde con este momento difícil debido a la emergencia sanitaria Covid-19», explicó en una nota del Gobernatorado vaticano.
La tradicional inauguración del belén y el encendido del árbol de Navidad se producirá «con las limitaciones impuestas por la pandemia», en la Plaza de San Pedro, precisó el texto.
En el belén solo se colocarán unas pocas piezas de la frágil colección de 54 figuras de porcelana, más grandes que el tamaño natural, que forman el pesebre. Todo ello, en una plataforma iluminada de unos 125 metros cuadrados que rodea parte del obelisco de la plaza en una ligera pendiente.
El árbol y el pesebre permanecerán expuestos hasta el final de la temporada navideña, que coincide con la fiesta del Bautismo de Jesús, el domingo 10 de enero de 2021.
El papa Francisco suele acudir a visitar el Belén de la plaza el 31 de diciembre.
EFE