La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó este martes las primeras ejecuciones de prisioneros federales en 17 años, que habían sido retrasadas después de que una jueza dictaminara que no debían realizarse porque no cumplían con la legalidad.
Según informan medios estadounidenses, la decisión fue tomada en una ajustada votación de los miembros de la Corte, por cuatro votos contra cinco, en la que se acordó que «las ejecuciones pueden proceder según lo planeado».
Este fallo afecta a varios condenados a muerte, entre ellos, el autor de un triple asesinato, Daniel Lewis Lee, que debió ser ejecutado el lunes pasado.
En la sentencia, que fue hecha pública esta madrugada, el tribunal determina que los prisioneros en el corredor de la muerte «no habían hecho la presentación requerida en su recurso para justificar una intervención de último minuto» que paralizara las ejecuciones.
Esta decisión se produce horas después de que la jueza del distrito estadounidense de Columbia Tanya Chutkan hubiera bloqueado las ejecuciones, incluidas la de Lee y otras dos programadas para esta semana.
Así, Chutkan bloqueó la intención del Gobierno del presidente Donald Trump de reanudar la aplicación de la pena de muerte en el país cuando apenas faltaban unas horas para la primera ejecución federal desde 2003.
En respuesta a la apelación de cuatro condenados a muerte, la jueza emitió una orden en la que aseguraba que el nuevo protocolo para la ejecución de la pena capital probablemente viola la Octava Enmienda de la Constitución.
Dicha enmienda establece que a los presos no se les puede someter a «castigos crueles o inusuales».
La magistrada aseguró en su fallo que había pruebas suficientes de que el fármaco letal que se pretende emplear en la ejecución, el pentobarbital, «produce sensaciones de ahogamiento y asfixia» y causa «dolor extremo, terror y pánico».
EFE