La ciudad de Río de Janeiro canceló el carnaval de calle por segundo año consecutivo debido al avance de la variante ómicron, según explicó el alcalde, Eduardo Paes, en un video en sus redes sociales.
“Hoy me reuní con representantes de los blocos (comparsas callejeras) y les informé de la inviabilidad de tener carnaval de calle”, informó el alcalde, que no obstante no cierra la puerta a los desfiles de las escuelas de samba en el Sambódromo.
El carnaval de Río tiene dos aspectos bien diferenciados: la competición en el Sambódromo (donde hay que pagar entrada) y los blocos callejeros, que llegan a reunir a millones de personas en sus recorridos por la ciudad, muchas veces de forma espontánea.
Paes asumió que el carnaval de calle, por su propia naturaleza y por su aspecto democrático, “no permite hacer ningún tipo de control”, por lo que no ve condiciones de que se pueda celebrar con los datos epidemiológicos que habrá dentro de unas semanas, ante el avance de la variante ómicron.
Ante esta situación, el alcalde propuso seleccionar a algunas de las comparsas callejeras más tradicionales para que actúen en escenarios en parques al aire libre, que se vallarían y donde sí podría haber un control de los asistentes, con comprobante de vacunación y test negativo.