La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, anunció medidas que restringen nuevamente la apertura de la isla tras el confinamiento, debido al aumento de los casos y las hospitalizaciones por COVID-19, con el cierre, otra vez, de gimnasios, cines, barras y casinos y la prohibición de vender bebidas alcohólicas a partir de las 7.00 de la tarde.
El toque de queda, dijo, se mantiene como hasta ahora de 10.00 de la noche a 6.00 de la mañana y la población de entre 20 y 29 años, que es la que está experimentado un mayor nivel de contagio en la isla, deberá permanecer, dentro de lo posible, en sus hogares.
Las playas solo podrán usarse para fines deportivos y no recreativos, dijo en un anuncio público.
La mandataria también advirtió que ha solicitado a la Agencia Federal de Aviación (FAA, en inglés) limitar la llegada de vuelos procedentes de Florida y Texas, donde se ha experimentado una fuerte subida de casos.
EFE