WamboLab, un laboratorio de animación compuesto por creadores venezolanos, está desarrollando una serie animada para niños y niñas entre 7 y 12 años. Kam-Bur sigue las aventuras infantiles de Kam, quien, después de sobrevivir a un conflicto bélico, se dedica a viajar por distintos planetas para atender solicitudes de ayuda de otros jóvenes.
La primera temporada de la serie está dividida en diez capítulos, de seis minutos cada uno, en los que se utilizará la técnica de animación 2D.
Los creadores, Adrián Díaz y Ginette Hernández, quieren que el producto logre ser un referente dentro de la animación nacional sin la necesidad de recurrir a ciertos estereotipos de la venezolanidad utilizados con frecuencia. Por el contrario, buscan crear un producto comercializable, que tenga la posibilidad de ser disfrutado sin importar el gentilicio del público, pero que aun así guarde algunas referencias al país y a su cultura popular.
Además de la intención de difundir un producto, la esperanza de WamboLab es que, con el desarrollo de la serie, se promueva el interés de otros creadores por encontrarse y colaborar en otros proyectos.
“Nos encantaría ser parte de un grupo de animación en Venezuela para intercambiar conocimientos, socializar y con suerte coincidir en colaboraciones futuras. No conocemos un espacio así en el país, por eso queremos exponernos y conocer a los que, como nosotros, trabajan o les interesa el ámbito de la animación digital’’, señalan Ginette y Adrian.
Tienen planes de realizar pequeñas convocatorias para foros y muestras de trabajo. Esto adquiere importancia si se asume que Venezuela no tiene mucho camino andado en la disciplina de la animación para series. Además, no es una carrera que se imparta en las academias del país, sino que los realizadores suelen formarse por cuenta propia. Agrupar a los desagrupados, ampliar los espacios de difusión y crear nuevos productos son los objetivos de WamboLab, un equipo de colaboradores que busca hacerse un camino en una época con nuevos retos para los creadores nacionales.
Se pueden seguir los pasos del proyecto Kam-bur en la cuenta de Instagram @wambola
Cortesía NP