Las protestas quedaron en un segundo plano en el regreso de los Pimpinela al Festival de Viña del Mar tras 36 años de su primera vez. La razón, los recuerdos que sobrevolaron el primer recital de los hermanos Galán tras la muerte de su madre.
Poco importó que el concierto empezara al filo de las 2 de la madrugada en una fría noche en el anfiteatro de la Quinta Vergara.
El público desprendió un fuerte calor humano para el dúo argentino, ya que, además de corear todas sus canciones, exigió que se les entregara la emblemáticas Gaviotas de Plata y Oro.
El arranque del repertorio fue de primer curso de «Pimpinología». Una pelea musical como las que desde hace casi 40 años les han hecho recorrer el mundo.
«Jamás volverás a verme aunque me lo pidas», dice él. «Te juro solo con eso ya soy feliz…», remata ella en el estribillo de «Mañana», canción incluida en su disco «Marido y mujer», de 1988.
El dúo @PimpinelaNet se lleva sus primeras Gaviotas de Plata y Oro en #Viña2020 pic.twitter.com/BNXtcDSHSv
— Festival de Viña del Mar (@elfestival) February 26, 2020
No fue hasta varias discusiones después, tras la quinta canción, que Lucía, de 58 años, y Joaquín, de 64, saludaron a las abarrotadas gradas del recinto -un aforo de unas 15.000 personas- para revelar su felicidad por volver a Viña del Mar tras tantos años.
EFE