El Tribunal de Cuentas de Francia, que vela por el buen uso del dinero público, reprochó este miércoles que no hay suficiente transparencia en la gestión del dinero donado para restaurar la catedral de Notre Dame tras el incendio del 15 de abril de 2019.
Hasta el pasado 31 de diciembre, según su informe, se habían recaudado 184,3 millones de euros (216 millones de dólares) y se habían recibido promesas por otros 439,3 millones (unos 515 millones de dólares).
Las convenciones cerradas entre el Gobierno y los organismos encargados de la colecta permiten cargar en esas donaciones gastos de gestión de las instituciones implicadas en la recaudación y la gestión de las obras.
Pero ese acuerdo, a su juicio, no basta para justificar que todos los gastos de funcionamiento del establecimiento público al frente de la restauración, de cerca de 5 millones de euros anuales (5,9 millones de dólares), se financien con los fondos recibidos.
El Tribunal de Cuentas advierte precisamente de que esa disposición plantea dudas sobre el respeto de los compromisos gubernamentales respecto a la gratuidad de la operaciones de recaudación.
Sobre todo, porque la ley de 2019 relativa a la conservación y restauración de Notre Dame reserva de forma exclusiva para las obras el uso de los fondos conseguidos.
La Corte criticó también que el comité de seguimiento de las obras se reuniera por primera vez el pasado 17 de julio, 15 meses después del incendio que destruyó parte de la cubierta del templo parisino, cerrado al público desde entonces.
Su informe recalcó que la celebración de reuniones de forma regular es «indispensable» para que los donantes conozcan de forma precisa el destino de su dinero y se mantenga la confianza del público.
Entre sus recomendaciones, el Tribunal de Cuentas, presidido por el exministro francés de Economía y excomisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, pide igualmente llevar a cabo una investigación administrativa sobre las circunstancias por las que se desencadenó el fuego.
EFE