Los Juegos Olímpicos de París, que comenzarán el próximo viernes, deben dar un pequeño impulso a la economía francesa, insuficiente para sacarle de la atonía que vive, como los otros grandes países europeos, con un costo para las arcas públicas que se ha conseguido contener al evitarse obras faraónicas.
El Instituto Nacional de Estadística (INSEE) ha estimado que el producto interior bruto (PIB) de Francia crecerá este año un 1,1 %, mientras que sin los Juegos Olímpicos (del 26 de julio al 11 de agosto) y sin los Paralímpicos (del 28 de agosto al 8 de septiembre) se quedaría en el 1 %.
Lógicamente, ese empuje al PIB se concentrará en el tercer trimestre, con un repunte del 0,5 %, tres décimas más que en un escenario sin cita olímpica.
El contrapunto vendrá en los tres últimos meses del año, ya que entonces la actividad caerá un 0,1 % por un efecto de rebote tras este evento deportivo, mientras que sin él habría aumentado un 0,2 %.
Los JJ. OO. como tales supondrán un empuje de 0,25 puntos de PIB gracias esencialmente a los ingresos por los billetes de las competiciones y por los derechos de emisión.
A eso hay que añadir el impulso que aportarán para el turismo (alojamientos, restaurantes y transporte), así como las primas para agentes de las fuerzas del orden, funcionarios o empleados de servicios públicos que trabajarán en torno a los JJ.OO., lo que en conjunto representará 0,05 puntos adicionales de PIB.
Con la venta de entradas, el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París (COJO) se embolsará unos 1.200 millones de euros y además obtendrá otros 750 millones por los derechos audiovisuales.
El INSEE ha calculado que en el sector turístico los proyectos de contratación de trabajadores para alojamientos y restaurantes van a experimentar un repunte del 4 % en la región de París este año (+8,7 % si se toma de forma aislada la capital).
Mal comienzo de temporada para los hosteleros
Los hosteleros, sin embargo, no son optimistas a la vista de las cifras que están registrando desde primavera y, sobre todo, desde comienzos de julio, que son muy inferiores a las de años anteriores a las mismas fechas.
Por el lado de los gastos de la organización, el Gobierno los ha cifrado en 8.900 millones de euros, de los cuales 4.500 millones corresponden al COJO, que tiene financiación privada en un 95 %.
A eso se suman los 4.400 millones de Solideo, el organismo público constituido para la construcción de las instalaciones necesarias para los Juegos, como la Villa Olímpica que va a albergar en las próximas semanas a unas 14.500 personas, entre deportistas y miembros de sus equipos, y las residencias para los medios.
Son en total 4.000 viviendas que una vez pasado este verano pasarán a venderse para los nuevos habitantes de los barrios en los que están situados en el departamento de Sena Saint Denis, limítrofe con París.
En cuanto a las instalaciones puramente deportivas, el 94 % de las que se van a utilizar para las competiciones ya existían o bien tendrán carácter temporal, como las que se han montado en lugares simbólicos de la ciudad como la plaza de la Concordia.
Entre las nuevas, la más emblemática es el Centro Acuático Olímpico, situado junto al Estadio de Francia, en la ciudad de Saint Denis, pero también destaca la Arena Porte de la Chapelle, en el extremo norte de París, con capacidad para 8.000 personas en partidos de baloncesto, y de hasta 9.000 cuando se acondicione para conciertos.
En total, las inversiones públicas contempladas en los presupuestos se elevan a 2.440 millones de euros, pero si se incluyen otros gastos (como las primas de salarios), el Tribunal de Cuentas trabaja con una horquilla de entre 3.000 y 5.000 millones.
EFE