La inflación en Brasil, la mayor economía de América Latina, bajó en enero pasado y se situó en el 4,56 % interanual, 0,27 puntos menos que en diciembre, informó el Gobierno.
Los precios subieron apenas un 0,16 % en el primer mes de 2025, el menor porcentaje para enero desde 1994, según los datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El índice nacional de precios al consumidor amplio (IPCA) se moderó de forma notable con respecto a diciembre pasado (0,52 %) y frente a enero de 2024, cuando registró un alza del 0,42 %.
Los precios relacionados con la vivienda, segmento donde está incluida la energía residencial, cayeron un 3 % en enero, lo que contuvo las subidas del transporte (+1,30 %) y los alimentos (+0,96 %).
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva estudia medidas para contener la inflación, especialmente en ese sector de la alimentación, en un momento en el que los índices de popularidad del Ejecutivo están a la baja.
El dato general de inflación refleja además la desaceleración que mostró la economía brasileña en el segundo semestre de 2024, lastrada, entre otros factores, por el ciclo de alzas de los tipos oficiales de interés promovido por el Banco Central con el objetivo de controlar la escalada de los precios.
El mes pasado, el órgano emisor volvió a subirlos un punto, hasta el 13,25 % anual, y reafirmó que seguirá elevándose por la tendencia alcista de la inflación, la situación fiscal del país y la incertidumbre en el escenario internacional.
El mercado financiero, de hecho, prevé que la tasa básica de intereses cerrará este 2025 en el 15 % anual. Pese a ello, calcula que la inflación brasileña terminará el año en el 5,58 %, con lo que rebasaría de nuevo el techo de la meta, que es de 4,50 % para este año.
Brasil registró una inflación del 4,83 % al cierre de 2024, superando el porcentaje de 2023 (4,62 %).
EFE / Noticias Venevision