La gigante petrolera británica Shell sigue comercializando grandes cantidades de gas licuado ruso (GNL), con enormes beneficios económicos , más de un año después de anunciar su retirada de ese mercado por la guerra en Ucrania, ha denunciado este domingo Global Witness.
La organización de investigación de abuso de derechos humanos y del medioambiente analizó las salidas de GNL desde Rusia entre marzo y diciembre de 2022 y comprobó que Shell comercializó un 12 % de esas exportaciones.
Esto la convirtió en una pieza "clave" de un sector que reportó 21.000 millones de dólares al Gobierno de Vladímir Putin, dado en un comunicado.
Shell ingresó en 2022 unos 5.400 millones de dólares en total con el comercio de GNL, según datos de la consultoría Bernstein.
Además, según la ONG, Shell estuvo entre las cinco primeras empresas que vendieron GNL ruso el año pasado, mientras que Rusia es uno de los cinco principales países de los que Shell obtiene el gas natural licuado que comercializa.
En marzo de 2022, Shell se comprometió a abandonar gradualmente todos los hidrocarburos rusos pero avisó de que dejar el gas llevaría más tiempo por esa necesidad de abastecer a Europa.
En un comunicado de abril en su página web , la compañía informa de que ha "detenido las compras puntuales de GNL ruso, pero aún mantiene algunos compromisos contractuales a largo plazo".
EFE