Tras cinco meses de pandemia y dos de «nueva normalidad», el brote sigue en ascenso y la actividad económica en caída en México, donde trabajadores se debaten entre el temor al contagio y la falta de ingresos.
En la Zona Rosa de Ciudad de México, antes repleta de turistas y oficinistas, la taquería de Angélica Hernández luce vacía pese a haber invertido en gel antibacterial, cubrebocas para clientes, desinfectantes e, incluso, acrílicos para separar las mesas.
«Nos hemos adaptado a todas las normas para las que nos han capacitado para la ‘nueva normalidad’, pero no hemos tenido los resultados que esperamos», lamenta en entrevista con Efe.
CURVA ECONÓMICA A LA BAJA
La economía mexicana sufrió una caída histórica de 18,9 % del PIB en el segundo trimestre del año, los primeros tres meses de la pandemia en el país.
La reapertura no será suficiente para revertir esta tendencia, advierte Edmar Lezama, coordinador del Programa Único de Especializaciones en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
«En junio algunas actividades empezaron a funcionar otra vez, pero la parte muy formal de la economía y la que está vinculada al sector externo, a pesar de que abrió, no ha podido arrastrar al grueso de la economía porque no hay compradores y no hay consumo», comenta.
La crisis ha desaparecido más de un millón de empleos formales, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y los datos oficiales también muestran que más de 10 millones de trabajadores informales han abandonado la fuerza laboral.
En este contexto, al menos 16 millones de personas han caído en pobreza extrema por ingresos, según la UNAM.
EFE