El Banco Mundial (BM) aprobó este viernes un crédito de 300 millones de dólares a Costa Rica para apoyar los programas que pretenden proteger los ingresos y los puestos de trabajo en medio de la crisis que está causando la pandemia de COVID-19.
El Banco Mundial informó en un comunicado que el crédito está dirigido a "proteger el ingreso y los puestos de trabajo de la población, favorecer a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), reafirmar la sostenibilidad fiscal tras la crisis de salud y establecer las bases de una robusta recuperación pospandemia a través del crecimiento verde y un desarrollo bajo en carbono".
El ministro costarricense de Hacienda, Elián Villegas, indicó en el comunicado que el apoyo del banco "complementa el despliegue realizado por nuestro gobierno durante esta emergencia sanitaria”.
"Nos hemos esforzado por satisfacer las necesidades de salud y de asistencia social de la población, aunque aún queda un largo camino por recorrer de cara al crecimiento sostenible”, afirmó Villegas.
Los tres ejes del “Préstamo para Políticas de Desarrollo para la Gestión Fiscal y Descarbonización” están interconectados y se refuerzan mutuamente:
El BM destacó el trabajo de Costa Rica en materia sanitaria y aseguró que el Gobierno de este país "respondió rápidamente" ante las primeras señales de crisis con "medidas enérgicas de contención", que a su vez frenaron los avances económicos de finales de 2019 y comienzos de 2020.
"Confiamos en la fortaleza de los sectores económico y de salud en Costa Rica junto con un proceso adecuado de formulación de políticas, lo cual es clave para afianzar la consolidación fiscal y establecer las bases de un crecimiento verde y resiliente”, dijo la directora del Banco Mundial para Centroamérica, Seynabou Sakho.
Sakho declaró que las medidas de mitigación, respaldadas con el préstamo del banco para políticas de desarrollo, "contribuirán con los esfuerzos de las autoridades por conservar los puestos de trabajo y por evitar que las personas caigan en la pobreza durante este difícil momento”.
La operación de 300 millones de dólares es financiada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), que forma parte del Grupo Banco Mundial, tiene tasa fija y un vencimiento final de 34,5 años, incluido un período de gracia de cinco años, indica la información oficial.
EFE