Oscar Piastri (McLaren) llega como líder claro del Mundial de Fórmula Uno al Gran Premio de Italia, el decimosexto del año, que se disputa este fin de semana en Monza: el templo de la velocidad; donde Ferrari, la escudería más laureada de la historia, corre en casa.
Piastri, viene de ganar el pasado domingo, en Zandvoort, el Gran Premio de Países Bajos. Una carrera en la que, a falta de siete vueltas, tuvo que abandonar su compañero y rival en la lucha por el título, Lando Norris, que ahora se encuentra a 34 de los 309 puntos con los que lidera el oceánico.
Max Verstappen (Red Bull), que se conformó con el segundo puesto ante su apasionada afición en Zandvoort es tercero, a 104 puntos del australiano; por lo que sus posibilidades de festejar un quinto título seguido parecen más que remotas.
Dado que, salvo hecatombe superlativa, el campeonato lo ganará un piloto de McLaren -escudería que revalidará el título de constructores que capturó, 26 temporadas después, el curso pasado-, Piastri dio un importante paso en su afán de convertirse en el primer australiano en ganar el Mundial, 45 años de que lo lograra por última vez Alan Jones.
El prodigio de Melbourne reforzó su liderato. Pero su ventaja no es, ni de lejos, definitiva; a falta de nueve carreras y dos pruebas sprint, antes de que el Mundial se cierre, el próximo 7 de diciembre, en Abu Dabi.
En la legendaria Monza, una pista de 5.793 metros y once curvas (cuatro a la izquierda) -que beneficia a los motores potentes, exige configuraciones de mínima carga aerodinámica y en la que se alcanzan las velocidades más altas del Mundial- corren en casa los Ferrari, que vienen de completar un fin de semana para el olvido en Zandvoort, donde abandonaron tanto Lewis Hamilton como Charles Leclerc.
Sir Lewis -sexto en el Mundial, a 200 puntos ya de Piastri- se accidentó él solo en la peraltada curva 3 de la pista que baña el Mar del Norte; y, para más 'inri', perderá cinco puestos en parrilla de Monza, sancionado por no observar la normativa de dobles banderas amarillas en las vueltas de instalación. A Leclerc -quinto, a 158- se lo llevó por delante el joven debutante Andrea Kimi Antonelli (Mercedes), que reconoció su error y pidió disculpas.
El piloto del principado de la Costa Azul ha subido cinco veces al podio esta temporada. Hamilton, ganador del sprint de Shanghái, ninguna. Así que Ferrari -con menos de la mitad de los 584 puntos con los que lidera el Mundial de constructores McLaren y con sólo 12 de ventaja sobre Mercedes, que es tercera en esa clasificación- daría por bueno repetir el resultado del año pasado, cuando Leclerc reprodujo su victoria de 2019; esta vez por delante de Piastri y de Norris.
Lo que sí festejará Ferrari este fin de semana en Monza es el quincuagésimo aniversario del primer Mundial que ganó para la 'Scuderia' uno de los grandes mitos de la F1: el triple campeón del mundo austriaco Niki Lauda, que también capturó el de 1977 para el equipo de Maranello; antes de coronarse por tercera vez en 1984, a bordo de un McLaren.
La Fórmula Uno regresa este fin de semana a uno de sus escenarios esenciales. Junto al de Gran Bretaña, el Gran Premio de Italia es la única prueba que nunca ha dejado de estar presente en el Mundial desde su creación, en 1950. Y cuando este viernes arranquen los entrenamientos libres, en Monza se rodará, como es habitual, con neumáticos de la gama de compuestos más blanda: los C3 (duros, reconocibles por la raya blanca), C4 (medios, raya amarilla) y C5 (blandos, roja).
Los ensayos se completarán el sábado, horas antes de la calificación, que ordenará la formación de salida de la carrera del domingo, prevista a 53 vueltas para completar 306,7 kilómetros. En una pista en la que nadie ha ganado tantas veces (cinco) como los dos séptuples campeones del mundo: el alemán Michael Schumacher y Hamilton; cuyas siete 'poles' en el templo de la velocidad no iguala nadie.
EFE / Noticias Venevision