El Granada afronta una nueva temporada con el técnico Robert Moreno al mando, con la ambición de estabilizarse en Primera, seguir creciendo y, si es posible, alcanzar puestos europeos después de haber vivido con Diego Martínez una de las etapas más gloriosas de su historia.
El conjunto andaluz pasó en tres campañas con Diego Martínez de estar en Segunda división a meterse dos cursos seguidos entre los diez primeros de la clasificación, brillar en la Copa del Rey y disputar por primera vez en su historia competición europea.
Sobre Robert Moreno hay puestas muchas miradas. El preparador se coloca por primera vez al frente de un equipo español tras su corto pero exitoso periplo en la selección española cuando sustituyó a Luis Enrique Martínez, del que era su segundo, y después de una aventura fallida en el Mónaco francés.
El técnico catalán, por lo que ha dicho de forma pública y ha mostrado el equipo en pretemporada, quiere un Granada que mande en los partidos a partir de la posesión, que presione arriba al rival y que ofrezca un fútbol atractivo para el espectador.
La llegada al Granada de exseleccionador español ha estado avalada por Pep Boada, nuevo director deportivo del club desde este verano y que, como Moreno, tiene un pasado marcado por un trabajo de muchos años en el fútbol base del Barcelona.
El principal trabajo de ambos pasa por reemplazar a las piezas que han salido de un equipo que con Diego Martínez rindió, incluso, por encima de sus posibilidades y se convirtió en una máquina de competir, alcanzado hitos nunca conseguidos en la historia.
EFE