La decisión de suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas «mina la credibilidad» de la institución por culpa del «chantaje» de Occidente, afirmó el embajador ruso ante ésta y otras instituciones de la ONU en Ginebra, Gennady Gatilov.
«Los países occidentales no dudan en chantajear a otras delegaciones para lograr sus objetivos, algo que desacredita al Consejo, daña irreparablemente su reputación y mina su credibilidad», afirmó el diplomático en un comunicado, después de que la Asamblea General de la ONU votara a favor de la suspensión rusa.
Gatilov declaró que Rusia se retira del Consejo «por adelantado», antes de que entre en vigor esa suspensión, algo que también anunció la delegación rusa ante la Asamblea General de la ONU, aunque el embajador aseguró que «ello no supone una retirada de nuestras obligaciones en la esfera de los derechos humanos».
Añadió que la iniciativa estadounidense de suspender a Rusia «es ilegítima y está políticamente motivada», desplegando una táctica «desastrosa para el sistema de relaciones internacionales».
La suspensión, en respuesta a los supuestos abusos que el ejército ruso está cometiendo en Ucrania, fue aprobada con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones.
Desde que hace dieciséis años se creó el Consejo de Derechos Humanos sólo otro país había sido suspendido: la Libia de Muamar el Gadafi, en respuesta a la represión de las protestas de 2011, aunque meses después fue readmitida.
Creado en 2006 para sustituir a la fracasada Comisión de Derechos Humanos, el Consejo es el máximo órgano de Naciones Unidas en este ámbito y está compuesto por 47 países, elegidos para mandatos de tres años.
Su composición, que se decide en elecciones celebradas anualmente, ha sido criticada regularmente por incluir a estados con historiales muy dudosos en materia de derechos humanos.
EFE.