El Gobierno neerlandés anunció hoy su intención de renunciar a todas sus compras de gas, petróleo y carbón procedentes de Rusia a finales de este año debido a la guerra en Ucrania y trabajará para llenar las instalaciones de almacenamiento de gas con suficientes provisiones para el próximo invierno.
El ministro neerlandés de Energía, Rob Jetten, explicó que “estamos en medio de una guerra y hay que intervenir” y señaló que, el año pasado, la compañía rusa de gas Gazprom no repuso lo suficiente las existencias en Países Bajos. “Todos sospechamos que Rusia no lo hizo debido a la dependencia europea del gas y la guerra que planeaba con Ucrania”, agregó.
Alrededor del 15 por ciento del gas consumido en Países Bajos viene de Rusia.
El objetivo de cara a finales de este año es llenar tanto como sea posible las instalaciones de almacenamiento de gas para el próximo invierno porque, añadió, los precios se dispararon este año debido a la falta de provisiones y el Gobierno neerlandés se vio obligado a poner en marcha sistemas de compensación para los consumidores, algo que busca evitar en el futuro.
Las empresas de energía harán una compra acelerada de gas adicional y el Ejecutivo prometió incentivos a las compañías para que ayuden a abastecer el gas, cuyo precio es hoy muy alto, por lo que también tiene en cuenta el escenario de que el precio caiga antes de que se consuma el gas en el próximo invierno, para evitar pérdidas a las compañías.
Además de las empresas energéticas, la compañía estatal Energie Beheer Nederland (EBN) también trabajará para garantizar el almacenamiento de gas en las instalaciones de Bergermeer, en Holanda Septentrional, en al menos un 70 por ciento de su capacidad.
Países Bajos invertirá en el almacenamiento de gas natural licuado en los puertos de Rotterdam y Eemshaven (Groninga), lo que permitirá aumentar las importaciones de este gas también a otros países europeos, ayudando en su dependencia del gas ruso.
El Gobierno neerlandés acordó en el Consejo de Ministros de hoy destinar unos 623 millones de euros para este objetivos y podría usarse un impuesto sobre el combustible para cubrir estos costes, aunque el ahorro de energía y un enfoque cada vez mayor en la sostenibilidad también forman parte del plan para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Con estos planes combinados se podrá «reemplazar todo el suministro de gas ruso» a finales de este mismo año, subrayó Jetten.
EFE