La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) reportó que más de 4,8 millones de ucranianos han huido de su país desde la invasión rusa.
“Mientras los cristianos celebran la resurrección en este sombrío Domingo de Pascua, debemos esperar obstinadamente que en los días, meses y años venideros los métodos y el lenguaje de la guerra no prevalezcan sobre aquellos -más difíciles, más complicados- que conducen a la paz”, dijo el jefe de ACNUR, Filippo Grandi.
El pasado 21 de febrero, Vladimir Putin reconoció a Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes. Estos territorios, mayoritariamente rusoparlantes, son considerados como ucranianos por parte de Kiev y gran parte de la comunidad internacional, sin embargo, Rusia ha esgrimidos argumentos históricos para calificarlos como naciones autónomas.
La crisis entre ambos países empeoró, tras la orden del Kremlin de invadir esa zona, con la intención de «pacificar y mantener la paz».
Tres días después, inicio de la operación militar con la excusa de «proteger» a la población rusa en esas regiones controladas desde 2014 por las milicias separatistas prorrusas apoyadas por Moscú.
Información de agencias