La asesora especial de la ONU para la Prevención del Genocidio, Alice Wairimu Nderitu, aseguró este miércoles que ve «señales muy serias» de posibles «crímenes de guerra» en la localidad de Bucha, donde las autoridades ucranianas denuncian una matanza de civiles a manos de Rusia.
En un comunicado, Nderitu demandó «una investigación efectiva e independiente que conducta a la rendición de cuentas por vía penal por el asesinato de civiles» en esa población.
Varios líderes internacionales, incluido el mandatario estadounidense, Joe Biden, han defendido además que el presidente ruso, Vladímir Putin, debería ser juzgado por crímenes de guerra debido a esta presunta masacre.
Mientras, Rusia insiste en que todo es un montaje preparado para acusar a sus tropas de atrocidades que niegan haber cometido.
Por otra parte, en su nota, la responsable de Prevención del Genocidio de la ONU avisó del impacto que la guerra en Ucrania está teniendo en otras regiones de Europa, especialmente en los Balcanes, donde ve dinámicas peligrosas.
Así, llamó a todos los responsables políticos a trabajar para evitar que se agraven las divisiones en esa zona con un legado tan «doloroso» que aún se hace notar con desconfianza y fracturas que se «están exacerbando con motivaciones políticas».
«En las últimas seis semanas el conflicto en Ucrania ha deteriorado algunas de estas dinámicas» en los Balcanes, avisó Nderitu, que llamó la atención sobre el peligro que entrañan las manifestaciones de odio defendiendo la violencia contra miembros de ciertos grupos, o justificaciones de la violencia por motivos religiosos.
EFE