La ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania, y que fue tomada por el Ejército ruso a principios de marzo, se encuentra al borde de la catástrofe humanitaria, denunció el Ministerio de Exteriores ucraniano.
«La situación humanitaria se está deteriorando rápidamente. La ciudad carece críticamente de alimentos y suministros médicos debido al asedio. Los recién nacidos, que carecen de productos de nutrición e higiene infantil, y los pacientes graves constituyen la población de especial riesgo», señaló en un comunicado el ministerio.
Afirma que «los invasores rusos toman represalias contra los residentes de la ciudad» y recuerda que este lunes abrieron fuego contra manifestantes pacíficos en la plaza de la Libertad, hiriendo a un anciano.
El ministerio agrega que «alrededor de cien estudiantes internacionales, principalmente de países africanos, se encuentran actualmente en Jersón».
«A pesar de los esfuerzos del Gobierno de Ucrania y de las organizaciones humanitarias internacionales, la Federación Rusa sigue negándose a crear un corredor humanitario para la evacuación de civiles y la entrega de alimentos. La ciudad se acerca a una catástrofe humanitaria cada día que pasa», señala el comunicado.
La ciudad, con cerca de 300.000 habitantes, está situada junto al río Dniéper y a orillas del mar Negro, y es un punto estratégico en la ofensiva rusa iniciada el pasado 24 de febrero, por su cercanía con Crimea, la península anexionada por Rusia en 2014.
EFE