Todo me sale mal: ¿por qué tenemos esta sensación y qué hacer?
Salud
Todo me sale mal: ¿por qué tenemos esta sensación y qué hacer?
Salud mental
22-Noviembre-2020 9:13
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22-Noviembre-2020 9:13
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Salud Mental . .-Agencia
A veces uno pasa por malas rachas o por épocas que siente que todos son zancadillas y que uno no puede avanzar. De repente, los sueños se diluyen y uno a veces pierde la motivación o se levanta sin saber cuáles son sus objetivos fijados. Los días pasan y te sientes como un hámster atrapado en una rueda que no deja de girar.
Pero, ¿es verdad que todo te sale mal? ¿Podrás salir de esta? Lo cierto es que aunque uno se pueda sentir perdido, todo es transitorio en esta vida y todo pasa. Cuando atravesamos este tipo de espirales negativas en las que uno no ve la luz, lo mejor es detenerse. Es importante darse un tiempo, aceptar que uno se siente mal y analizar lo que nos sucede y pensar en qué podemos hacer.
Casi sin darnos cuenta, entramos en un estado de indefensión en el que asumimos que, hagamos lo que hagamos, nada cambiará nuestra situación adversa. Sin embargo, hay algo detrás de estas experiencias. ¿Es el destino que conjura contra nosotros? ¿Hay algo malo en nuestra persona? En este artículo intentaremos responder a estas y otras preguntas.
¿Por qué todo me sale mal? Causas detrás de este sentimiento
No sabemos si existe la mala suerte ni si esta se puede controlar. Por ello, debemos buscar causas objetivas y concretas. Son muchos los factores personales que pueden influir en la manera que observamos la realidad, los cuales se pueden cambiar con esfuerzo personal o buscando ayuda profesional.
Cuando conseguimos identificar los detonantes que hay detrás de los hechos negativos, es posible que obtengamos una mayor sensación de control que nos permita tomar riendas al asunto. Hagamos un repaso a las posibles causas.
1. Fenómeno del filtrado
Parece ser que detrás de esta creencia de que nada nos va bien hay una distorsión cognitiva. Consiste en seleccionar en forma de “visión de túnel” un solo aspecto de una situación, aspecto que tiñe toda la interpretación de la situación y no se da cuenta de que los otros se contradicen.
Se filtra todo lo negativo y lo positivo se olvida. Uno se fija solo en lo que sale mal y solo presta atención al error, percibiendo solo lo adverso y sin poder ver nada más. Esta distorsión se puede detectar con palabras claves como “no puedo soportar eso”, “no aguanto que”, “es horrible” o “es insoportable”.
2. Baja autoestima
La autoestima puede debilitarse y variar con el tiempo y con las experiencias. Por este motivo, la autoestima no es algo que se pueda conseguir de un día para otro ni tampoco se conserva de por vida. Una baja autoestima nos puede hacer dudar de nuestra valía y vernos a nosotros mismos de una manera mucho más negativa.
No es de extrañar, pues, que si tenemos una baja autoestima percibimos todo lo que nos rodea bajo el prisma de la negatividad. Por ello, si en algún momento en nuestra vida nos encontramos preguntándonos por qué todo nos sale mal, no está de más que nos preguntamos cómo va nuestra autoestima y el amor propio. La baja autoestima es algo que se puede trabajar con la ayuda de un psicólogo para volver a percibirnos con el verdadero valor que tenemos.