La escarlatina durante el embarazo puede causar alarma, en especial porque los síntomas son muy visibles y generan impacto. Hay que tomarlo con calma y tener presente que lo más importante es acudir al médico cuanto antes para que inicie el tratamiento.
Aunque la escarlatina estaba casi erradicada, en los últimos años se han presentado un aumento de casos en varios países del mundo. Lo usual es que la contraigan niños de entre 2 y 16 años, pero los adultos también se pueden contagiar. Por lo mismo, hay que ser muy precavidos, en especial con una madre en gestación.
La importancia de la salud en el embarazo
Es normal que durante el embarazo haya una gran preocupación por la salud. Ninguna madre quiere contraer siquiera una alergia por el temor a que esto termine afectando la gestación o causándole problemas al bebé.
Lo cierto es que hay varias afecciones que pueden presentarse sin que existan mayores riesgos. Si tienes fiebre o síntomas de resfriado, por ejemplo, no es cierto que esto vaya a causarle malformaciones al feto o incremente los riesgos de aborto.
Podría decirse que la escarlatina es similar a un resfriado fuerte. De cualquier modo, lo mejor siempre es evitarla. ¿Cómo? Adoptando las medidas de precaución del caso, que son en realidad muy sencillas. Hay que tomar en cuenta que esta patología se contrae por contagio. Por lo tanto, sigue estos consejos:
¿Qué es la escarlatina durante el embarazo?
La escarlatina durante el embarazo no presenta características muy diferentes de las que tiene en una persona que no se encuentre en ese estado. Se trata de una enfermedad causada por la bacteria Streptococcus pyogenes y también se le conoce como fiebre escarlata.
Los síntomas son similares a los de una faringitis. Entre ellos, encontramos los siguientes:
La escarlatina demora alrededor de tres días en incubarse y, con el tratamiento adecuado, remite en un lapso de una a tres semanas. Es importante aclarar que una persona que ya ha tenido esta enfermedad, de todos modos, puede volver a contraerla.
En principio, la escarlatina durante el embarazo es tratable sin problema. Lo cierto es que cuando no se toman medidas a tiempo, sí que pueden generarse complicaciones. Alguien contagiado podría llegar a desarrollar sinusitis o meningitis. Por lo tanto, lo adecuado es acudir al médico tan pronto como se experimenten síntomas de que algo no anda bien.
¿Es realmente peligrosa la escarlatina durante el embarazo?
La respuesta a la pregunta de si la escarlatina durante el embarazo es peligrosa tiene dos respuestas: no y sí. No, porque no existe ninguna evidencia de que esta enfermedad infecciosa afecte al bebé. De todos modos, la fiebre no se puede dejar de libre curso, ya que una temperatura demasiado alta sí puede afectar la gestación.
Ahora bien, la escarlatina en el embarazo suele originar vómitos. Si la enfermedad se presenta en el primer trimestre, cuando la misma gestación ocasiona náuseas frecuentes, es posible que sea necesario ajustar la nutrición para que esto no afecte ni a la madre ni al feto.
El verdadero peligro de la escarlatina durante el embarazo está en que no se trate de forma adecuada. Aunque no daña directamente al bebé, de todos modos puede causarle graves problemas a la madre y estos siempre terminan por afectar al hijo. Así mismo, si la madre tiene la enfermedad durante el parto, es muy probable que contagie al bebé.
El tratamiento de la escarlatina durante el embarazo se lleva a cabo en base a los antibióticos. Lo usual es que estos se receten por un lapso de 10 días. Estos fármacos no afectan al bebé y actúan sobre los síntomas, de modo que en un par de días la fiebre desaparece.
De otro lado, el médico aconsejará reposo en cama, para que el cuerpo descanse mejor. También se deben beber líquidos en abundancia que no estén fríos. Estos favorecen la eliminación de la mucosidad, flemas o esputo. La habitación debe mantenerse a una temperatura fresca.
Si todo marcha bien, en apenas cuatro o cinco días habrán desaparecido la mayoría de los signos. Puede quedar una resequedad en la piel que se alivia con crema humectante. Con el tratamiento adecuado y a tiempo, es muy raro que se presente algún tipo de complicación.
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