La discinesia es un síntoma caracterizado por la presencia de movimientos involuntarios que pueden impedir la realización de las actividades diarias. ¿Deseas saber qué es y por qué se produce?
El cuerpo humano está constituido por 650 músculos en total, muchos de los cuales se pueden controlar de forma voluntaria. Sin embargo, existen patologías capaces de afectar el movimiento muscular, causando espasmos involuntarios. Estos espasmos se denominan discinesia.
La condición médica en cuestión puede definirse como la presencia de movimientos anormales, involuntarios e incontrolables en un área del cuerpo. Las zonas afectadas con mayor frecuencia son los músculos faciales y las extremidades, sin embargo, también aparecen en otras áreas.
La discinesia es frecuente en los pacientes con la enfermedad de Parkinson, sin embargo, corresponde a un efecto secundario de la medicación. Este síntoma también puede encontrarse en una gran variedad de condiciones diferentes asociadas con daño neurológico.
Principales causas de discinesia
Una de las causas más frecuentes de la aparición de los movimientos involuntarios es el tratamiento prolongado con un fármaco llamado levodopa. Este medicamento se emplea en la enfermedad de Parkinson y se estima que el 40 % de los pacientes desarrollará discinesia entre 4 y 6 años después de iniciarlo.
La levodopa es capaz de aumentar los niveles en el cerebro de un neurotransmisor llamado dopamina, sin embargo, dichos niveles disminuirán cuando el fármaco ya no surja efecto. Estas fluctuaciones en los niveles podrían ser la causa directa de la aparición de la sintomatología.
Otros medicamentos, como los neurolépticos de primera generación, también son capaces de causar discinesia. Sin embargo, la incidencia por el uso de los mismos ha disminuido gracias a la aparición de nuevos compuestos.
Por otro lado, cuando no existen antecedentes del consumo, la sintomatología se atribuye a una lesión en un área del cerebro, en específico en los ganglios basales. Los mismos son una serie de estructuras encargadas del control postural y de los movimientos voluntarios.
La discinesia puede ser atribuida, en menor medida, a ciertas condiciones como el trastorno de espectro autista. Existe evidencia conforme el desarrollo de esta sintomatología puede estar relacionado con la genética. Un estudio realizado en Colombia demostró el vínculo del síntoma con alteraciones en el gen PRRT2 del cromosoma 16.
Factores y población en riesgo para padecer discinesia
El principal factor de riesgo para el desarrollo de estos síntomas es el consumo prolongado de levodopa y medicamentos neurolépticos de primera generación. Los movimientos aparecen tras el consumo durante varios meses e incluso años, no obstante, existen casos en los que se desarrolla la sintomatología en tan solo 6 semanas.
Entre los medicamentos que pueden causar discinesia como parte de sus efectos secundarios destacan los siguientes:
Proclorperazina.
Haloperidol
Clorpromazina
Metoclopramida
Fluoxetina
Fenobarbital
La aparición de esta condición es más frecuente en las personas de la tercera edad y en el género femenino, por lo que ambas características también representan factores de riesgo destacables. Por otro lado, presentar antecedentes de esquizofrenia o trastorno bipolar aumenta la probabilidad de desarrollar discinesia.
Las personas que ingieren drogas de forma constante o que presenten la alteración genética mencionada también forman parte de la población en riesgo. El uso prolongado de sustancias adictivas puede generar lesiones cerebrales.
Principales tipos de discinesia
La discinesia puede dividirse en diferentes tipos, los que se clasifican según el origen o el movimiento producido. En este sentido, los principales tipos son los siguientes.
Discinesia tardía
Esta es una de las formas de presentación mejor documentadas y es producida específicamente por el consumo prolongado de neurolépticos de primera generación. Este se ha convertido en un problema de salud frecuente y se estima que su prevalencia se encuentra entre el 20 % y el 25 % de las personas medicadas.
El principal inconveniente son los movimientos involuntarios, los que pueden empeorar cuando el paciente desea mover alguna parte de su cuerpo. Los músculos más afectados son los linguales o mandibulares, aunque pueden aparecer en las manos en forma de apretones o sacudidas espasmódicas de los dedos.
Discinesia inducida por levodopa
Como ya se dijo, el tratamiento empleado en la enfermedad de Parkinson también es capaz de producir discinesias debido a su efecto en los niveles de dopamina. La sintomatología puede aparecer tras muchos años de medicación, por lo que suele presentarse cuando los síntomas en sí han cedido.
Existen dos formas de presentación diferentes. La primera de ellas ocurre cuando los niveles de levodopa en la sangre están en su punto máximo, por lo que se conoce como discinesia de dosis máxima. Por otro lado, también existe la discinesia disfásica, la que aparece cuando los niveles del medicamento se encuentran en aumento, para luego reaparecer cuando descienden.
Temblores, corea y distonías
Estos tres tipos de discinesias son denominados en base a los movimientos producidos. Los temblores se caracterizan por ser movimientos oscilatorios, rítmicos y regulares que afectan con mayor frecuencia a las extremidades superiores.
Las coreas son movimientos fluidos, bruscos y breves que afecta a una parte del cuerpo específica y que se pueden extender a otra de forma rápida. Este tipo en específico se produce por dos patologías, denominadas enfermedad de Huntington y corea de Sydenham.
Las distonías son contracciones involuntarias que involucran a músculos antagonistas, por lo que el movimiento final producido será una torsión de la extremidad o una postura anormal.
Síntomas característicos
El principal síntoma de la discinesia son los movimiento involuntarios, sin embargo, las características de los mismos varían de persona a persona. En este sentido, la intensidad puede ir desde una simple sacudida imperceptible hasta grandes movimientos espasmódicos del área afectada.
Las contracciones musculares involucran a cualquier parte del cuerpo, aunque los músculos más afectados son los linguales, los faciales y los de las extremidades superiores. De esta manera, los movimientos más frecuentes son los siguientes:
Gesticulación facial anormal.
Movimientos mandibulares oscilatorios o de masticación.
Protrusión de la lengua.
Movimientos en los dedos de las manos que imitan a los pianistas al tocar.
Parpadeo rápido e incontrolable.
Cuando la discinesia es inducida por fármacos los pacientes también pueden tener una sensación de inquietud u otros síntomas psiquiátricos. No obstante, suelen pasar desapercibidos.
Tratamientos disponibles para la discinesia
La terapéutica a seguir puede variar dependiendo de la gravedad de la situación. En los casos más leves no suele iniciarse ningún tipo de abordaje, a no ser que interfiera con las actividades diarias. Cuando esto ocurre, algunos fármacos inhibidores de la dopamina pueden ayudar.
En el caso de la discinesia inducida por fármacos será necesario modificar la ingesta del compuesto que esté causando el problema. Los neurolépticos deberán ser retirados de forma paulatina, mientras que la forma de presentación de levodopa puede cambiarse.
Los pacientes con la enfermedad de Parkinson pueden disminuir las dosis de levodopa y tomarlas con mayor frecuencia. Además, también pueden iniciar la ingesta de comprimidos de liberación prolongada. Todos los cambios que se deseen realizar deberán ser consultados con un médico de confianza.
En el 2017, la Agencia de Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) aprobó el uso de un compuesto llamado Ingrezza ® para tratar la discinesia tardía en los adultos. Esto se debe a que mostró mejoría de los síntomas en 234 pacientes estudiados.
Por último, existe una intervención quirúrgica llamada estimulación cerebral profunda (DBS), la que es aplicable solo en algunos pacientes con párkinson. La misma consiste en la colocación de un electrodo en el encéfalo para estimulación constante.
Un problema frecuente que puede mejorar
La mayoría de las personas medicadas con levodopa presentan movimientos involuntarios como parte de los efectos secundarios del medicamento. Esto hace que la discinesia sea un problema de salud creciente que afecta a una gran cantidad de individuos.
Por fortuna, la sintomatología desaparece tras realizar ciertas modificaciones en el consumo de los fármacos. Además, existen compuestos y procedimientos médicos que ayudan a disminuir los movimientos. El problema puede ser sutil al inicio, pero tiende a empeorar con el tiempo, por lo que es importante acudir al médico.
Agencias