El último informe provisional de los centros para el control y la prevención de enfermedades (cdc) reveló que los casos de sífilis congénita aumentaron en estados unidos durante 2024, afectando principalmente a recién nacidos y mujeres embarazadas, aunque las infecciones de transmisión sexual en adultos presentaron una baja. El reporte destaca que la tendencia opuesta entre adultos y recién nacidos subraya desafíos persistentes en el control sanitario nacional.
Según información basada en los datos oficiales de los cdc, los casos combinados de clamidia, gonorrea y sífilis en adultos bajaron 9% respecto al año anterior, siendo el tercer descenso consecutivo. Mientras tanto, los registros de sífilis congénita crecieron por duodécimo año seguido y se aproximan a los 4.000 casos anuales, cifra no observada desde hace décadas en el sistema de salud estadounidense.
De acuerdo con los detalles de la National Coalition Of Std Directors (ncsd), organización pública estadounidense de referencia, el aumento de la sífilis congénita se interpreta como un indicador de las debilidades en la protección de mujeres embarazadas y sus hijos, así como de barreras persistentes para la prevención y el tratamiento eficaz de esta infección.
La sífilis congénita ocurre cuando la infección de sífilis se transmite de una mujer embarazada al feto durante la gestación. El informe 2024 de los cdc indica que la cantidad de sífilis congénita aumentó cerca de 700% en la última década, alcanzando casi 4.000 casos el año pasado, según cbs news. El diagnóstico e intervención temprana son clave para evitar consecuencias graves, pero la falta de pruebas diagnósticas en embarazadas permite la transmisión vertical, confirmaron los organismos oficiales.
Elizabeth finley, directora interina de la ncsd, citada por cbs news, afirmó: “la continúa subida de la sífilis congénita es una señal de alarma sobre las carencias en la protección de mujeres embarazadas y recién nacidos en el país”.
De acuerdo con el reporte de los cdc reproducido por cbs news, el total combinado de infecciones de transmisión sexual en adultos (clamidia, gonorrea y sífilis) disminuyó un 9% en 2024 respecto a 2023. Este descenso representa el tercer año consecutivo de reducción. Clamidia y sífilis primaria y secundaria mostraron descenso por segundo año, mientras que la gonorrea acumuló tres años en baja. Las autoridades sanitarias suponen que distintas medidas de salud pública, rastreo y tratamiento incidieron en ese descenso.
La sífilis congénita puede provocar desenlaces graves como muerte fetal, muerte neonatal, discapacidades neurológicas, ceguera, sordera y otro tipo de lesiones irreversibles en los recién nacidos, según guías clínicas de los cdc. Estas consecuencias refuerzan la importancia de la detección precoz y tratamiento de la infección en embarazadas, destacaron fuentes de la propia institución federal.
El informe de los cdc publicado en 2024 señaló que la tendencia de aumento de esta infección es sostenida. “la información actual es provisional y no se prevén cambios sustanciales cuando se publiquen los datos finales”, sostuvieron los cdc en el reporte al que accedió cbs news. La national coalition of std directors demandó una mejora en la política de cribado para embarazadas y el acceso a pruebas, enfatizando que solo el 80% de las mujeres gestantes acceden actualmente al test para sífilis durante el embarazo.
Las autoridades de los cdc y la ncsd sostienen que ampliar el acceso a pruebas en el embarazo puede reducir la transmisión maternoinfantil. Ante la baja cobertura del cribado, instan a reforzar las campañas de diagnóstico, aumentar recursos en los centros de salud y establecer obligatoriedad en los protocolos de detección para todas las embarazadas.
El contraste entre la baja de casos en adultos y el auge sostenido en recién nacidos genera nuevas demandas sobre el sistema de salud, en particular en la atención maternoinfantil y en la vigilancia epidemiológica. Los expertos de los cdc advierten que estas cifras marcan la agenda futura de prevención y que los hospitales públicos y privados deberán adaptar sus protocolos para frenar el avance de la sífilis congénita.
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