La jornada organizada por la SCATT, perteneciente a la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña, tuvo por objetivo analizar cómo el hábito del tabaco ha influido en un diagnostico peor de la COVID.
Para ello, se trabajó en dos bloques, uno sobre “Enfermedades respiratorias, tabaco y COVID” y otro titulado “Dejar de fumar durante la covid”.
La presidenta de la SCATT, Àngela Martínez Picó, explicó que, según los datos disponibles hasta ahora, “los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar síntomas graves, un pronóstico peor y más posibilidades de morir a causa de la nueva enfermedad”.
“Son necesarias medidas de control del tabaquismo basadas en campañas de sensibilización, con la finalidad de proteger a los fumadores pasivos en entornos familiares”, resaltó.
“También habría que incrementar la motivación para que los fumadores dejen el hábito del consumo de tabaco”, añadió.
El neumólogo Jacobo Sellarés aseguró que “hay una clara relación entre enfermedades respiratorias, tabaquismo e infección por SARS-CoV-2”.
“Se ha demostrado que los receptores ACE2 tienen un papel fundamental en la entrada del virus a las células. El tabaquismo aumenta la presencia de estos receptores”, precisó.
Según Sellarés, en un estudio reciente “amplio y riguroso se ha constatado que el tabaquismo aumenta el riesgo de sufrir una neumonía grave por COVID y que también es mayor la mortalidad por esta infección”.
“También los pacientes diagnosticados de epoc (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), directamente relacionada con el tabaquismo, después de haber padecido COVID presentan un mayor riesgo de muerte”, subrayó Sellarés, quien alertó sobre la necesidad de hacer un seguimiento “continuado” de los pacientes que han padecido neumonía grave por SARS-CoV-2 por el riesgo de secuelas pulmonares muy graves.
Preventiva del Hospital de Bellvitge, aseguró que “son el inicio del fin”.
“En pocos meses se han desarrollado vacunas muy efectivas y suficientemente seguras”, enfatizó Masuet, quien recordó que en pacientes que presenten otras infecciones víricas con inflamación del árbol respiratorio, una infección COVID puede ser todavía mucho más grave “especialmente en personas mayores o con comorbilidad, con cardiopatías o enfermedades respiratorias”.
Insistió en que, ante esta pandemia, las personas mayores con otras patologías o enfermedades crónicas se deben vacunar de la gripe o de neumococo porque la vacunación en estos casos reduce el número de infecciones respiratorias, el uso de antibióticos, el número de consultas médicas y de ingresos en urgencias.
EFE