El cáncer colorrectal es el que más incidencia tiene en España. Según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), para 2022 se estiman 43.370 cánceres colorrectales, siendo 28.706 de colon y 14.664 de recto. El término «colorrectal» agrupa a ambos cánceres, que se diferencian por la zona del intestino grueso en la que se producen: colon (parte del intestino grueso que comunica el intestino delgado con el recto) y recto (último tramo del tubo digestivo).
Por ello, los factores de riesgo y los síntomas son prácticamente los mismos. Tal y como señala el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), esta enfermedad es el segundo cáncer con más defunciones al año en nuestro país, en concreto con 15.923 (datos de 2017).
El principal factor de riesgo tanto para el cáncer de colon como de recto es la edad, ya que el 90% de los diagnosticados son personas mayores de 50 años. Pero también lo son otros factores que la persona puede cambiar: el sobrepeso u obesidad, la inactividad física, una mala alimentación, el tabaquismo y el consumo de alcohol en grandes cantidades.
El alimento que debes evitar para reducir el riesgo de cáncer
Karis Betts, nutricionista y responsable de información sobre salud en el Instituto de Investigación del Cáncer en Reino Unido (Cancer Research UK), concedió recientemente una entrevista en el diario escocés ‘Daily Record’, donde desveló el alimento que debes evitar en tu dieta, ya que su consumo aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
«Dos de las fuentes más grandes de proteínas son la carne y el pescado. Tomar demasiada carne roja y procesada incrementa el riesgo de padecer cáncer colorrectal», explica.
«Si comes mucha carne procesada, mejor que cambies a pollo fresco, pescado o legumbres. Son muy beneficiosas. Dejas de comer carne procesada y grasas y aumentas tu consumo de fibra al mismo tiempo. Tener una dieta que es alta en fibra tiene muchos beneficios en la salud, incluyendo la reducción del riesgo de cáncer», indica.
Además, Betts recomienda incluir en la dieta legumbres, ya que son grandes fuentes de proteínas y fibras, además de ser bajas en grasas. En concreto, hizo referencia a las habichuelas negras, alubias rojas, alubias blancas, lentejas y garbanzos.
Las diferencias entre carne roja y carne procesada, según la ciencia
La relación entre el consumo de carne procesada y el consumo de carne roja y el riesgo de padecer un cáncer colorrectal ha sido probada en numerosas ocasiones por la ciencia. Sin embargo, existen diferencias entre ambos tipos de carne.
Tal y como señalan desde la Fundación Cris contra el cáncer, incluso el consumo de «pequeñas cantidades de carne procesada», al hacerlo de forma regular, aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. Por ello, se recomienda evitarlas siempre.
En cuanto a la carne roja, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), la declaró como potencialmente cancerígena. El matiz que implica «potencialmente» es importante y la diferencia de la carne procesada. En este sentido, se asocia un aumento del riesgo de cáncer con un consumo excesivo de carne roja, no con un consumo bajo. Por ello, se recomienda moderar su consumo, pero no evitarlo, ya que este tipo de carne puede aportar nutrientes claves, especialmente proteínas y minerales, siempre y cuando se consuma moderadamente. ¿Cuánto es el consumo saludable? 500 gramos de carne a la semana, de los cuales solo 200 deberían ser de carnes rojas. Se puede consultar en este enlace el informe de la IARC que detalla estos datos y la relación entre estos dos tipos de carne y el cáncer colorrectal.
Asimismo, un estudio publicado en agosto de 2021 por el Departamento de Nutrición de la Facultad de Salud Pública TH Chan de Harvard, identificó daños en el ADN que relacionaron el cáncer colorrectal con un elevado consumo de carne roja.
Con información de Agencia